Debido a la situación imperante en la isla, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que se encuentra analizando si su país cuenta con la capacidad tecnológica para dotar de internet a Cuba, además de vacunas contra la Covid-19 si las administra un organismo internacional.
Después de las protestas del pasado domingo en diversos lugares de Cuba, después de la cuáles el gobierno cubano suspendió el internet y posteriormente bloqueó redes sociales y servicios como Facebook, Whats App, Instagram y Telegram, este jueves el presidente estadounidense hizo comentarios sobre la posibilidad de que su país dote de ese servicio a la isla.
Cuestionado por los periodistas durante una conferencia de prensa que ofreció al alimón con Angela Merkel, canciller alemana, acerca de ese tipo de censura del régimen castrista, Biden expresó: “Estamos considerando si tenemos la capacidad tecnológica para restablecer ese acceso”.
Pero también hizo severos comentarios acerca de la situación en Cuba, y dijo que tanto el Estado de esa isla (cuyo gobierno “reprime a sus ciudadanos”) como el comunismo son fallidos.
“El comunismo es un sistema fallido y no creo que el socialismo sea un sustituto muy útil, pero esa es otra historia”, afirmó el presidente.
Ante la escasez de medicamentos en Cuba, el mandatario norteamericano dijo que su país está preparado para enviar vacunas contra la Covid-19 (una de las justificaciones del régimen castrista es que Estados Unidos ha aprovechado esa enfermedad para agravar la crisis en la isla), pero sólo si le “aseguraran que una organización internacional administraría esas vacunas y lo haría de una manera que los ciudadanos promedio tuvieran acceso a ellas”.
Esto último no deja de ser paradójico cuando apenas unos pocos días de las manifestaciones de inconformidad, Cuba presumía del desarrollo de sus vacunas Abdala y Soberana (cabe recordar que incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció vacunas a ese país).
Acerca de las remesas desde su país, Biden también se negó por ahora al ratificar su desconfianza de que el gobierno cubano pudiera confiscarlas o apropiarse de buena parte de ellas.
Posteriormente Ron DeSantis, gobernador de Florida, urgió a la Casa Blanca a multiplicar sus esfuerzos para mantener el internet en Cuba, e incluso propuso la utilización de la embajada de Estados Unidos y de hasta globos como puntos de acceso al servicio de Wi-Fi y aumentar la conectividad.