Recomendamos: Mezclar dos vacunas, una estrategia para desatascar la lucha contra el coronavirus

Compartir

Francia lo hizo la semana pasada y Alemania lo acaba de anunciar: a los vacunados con una primera dosis de AstraZeneca, ahora suspendida, les inyectarán otra vacuna, ya sea la de Pfizer o la de Moderna. La idea no es una ocurrencia, se viene ensayando contra el VIH, la tuberculosis o el ébola con resultados muy prometedores. También hay enfermedades, como la meningitis, en las que las inyecciones de la pauta completa suelen ser diferentes. Pero contra el coronavirus, los ensayos clínicos se están empezando ahora y no habrá resultados hasta el verano. Los expertos defienden que combinar dos formulaciones dará mayor elasticidad a las estrategias de vacunación y no esperan mayores contratiempos.

La Universidad de Oxford, creadora de la vacuna de AstraZeneca, es la que más apuesta por la mezcla de vacunas diferentes. Este miércoles anunciaban sus ensayos para probar la combinación de su fármaco con el de Moderna y el de Novavax. Este último, de origen estadounidense, debería llegar en las próximas semanas. En febrero, los científicos británicos ya habían empezado a reclutar a voluntarios para ensayar también con el de Pfizer.

El profesor de pediatría y vacunología de Oxford Matthew Snape es el principal responsable de este ensayo y explica sus motivos en una nota: “Si podemos demostrar que estos planes de combinación generan una respuesta inmune que sea tan buena como la de las estrategias normales y sin un aumento significativo de las reacciones a la vacuna, esto podría permitir que más personas completaran la inmunización contra la covid en menos tiempo”. Snape da otro argumento a favor de la mezcla: “Podría crear resiliencia dentro del sistema en el caso de falta de disponibilidad de cualquiera de las vacunas en uso”.

La falta no de una sino de dos vacunas, la de AstraZeneca y la de Janssen, es lo que ha hecho girar la vista hacia estos ensayos. La idea de Snape y su equipo es reclutar a 1.050 personas mayores de 50 años (más vulnerables ante la covid) que aún no hayan sido vacunadas o que solo hayan recibido la primera dosis. Van a probar todas las combinaciones posibles de la vacuna de Oxford con las demás. De forma periódica analizarán sus defensas, en concreto la producción de anticuerpos neutralizantes. En cuanto a la pauta temporal, a unos les inyectarán la segunda dosis a las ocho semanas y a otros a las 12 semanas. “Los primeros resultados los tendremos en verano”, dice el gabinete de comunicación de la universidad británica.

AstraZeneca inició hace unos días su propio ensayo con el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, el organismo estatal ruso creador de la Sputnik V. Su plan es combinar ambas vacunas en voluntarios de Rusia, Bielorrusia y Azerbaiyán. A diferencia de los ensayos de Oxford, la idea es reclutar a mayores de 18 años. Hasta finales de año no tendrán resultados.

Ver más en El País

Autor