Netflix compite contra todos y contra nadie a la vez. El gran almacén de vídeo digital es una novedad en sí mismo. Suple a la televisión pero no tiene anuncios y no emite una programación única, sino que cada cual la adapta a su gusto. Sin embargo, sí lanza series en un momento concreto en todo el planeta, pero rompe de nuevo el molde al no soltar capítulos semana a semana. Todo se puede consumir de una vez.
Comenzaron distribuyendo DVDs a domicilio, a través del correo. Una forma de consumo de vídeo que todavía conservan en algunas zonas de Estados Unidos aunque no lo promocionan. Demasiado farragoso, demasiado lento y, finalmente, poco rentable para sus planes. Esta primera fórmula les sirvió para conocer mejor que nadie los hábitos de consumo de sus clientes, para después hacer recomendaciones con más acierto. Esa es una de las claves de su salsa secreta, como les gusta decir, para que sus fieles sean orgullosos adictos. Netflix se adelanta a los deseos con una sugerencia correcta.