La batalla por el control de Alepo puede estar llegando a su fin, pero la lucha por el futuro de Siria continuará. De hecho, puede volverse más caótica y sangrienta.
De momento, este jueves empezaron a evacuar en ambulancia a los primeros heridos del enclave rebelde. Y se espera que de allí salgan en total unas 50.000 personas, entre combatientes y familiares, que serán transportadas en autobús a través de un corredor seguro a Idlib y la provincia de Alepo.
Asimismo, se reportó que varios buses están de camino a Kfraya y Fua, unas aldeas sitiadas por rebeldes y donde tropas a favor del gobierno también esperan ser evacuadas.
La caída del enclave rebelde en la parte oriental de Alepo representa una importante victoria propagandística para el gobierno del presidente sirio, Bashar al Asad, que ahora controla prácticamente todos los grandes núcleos urbanos del país.
Alepo, sin embargo, representa el premio mayor: era la ciudad más poblada y el centro financiero del país antes de que estallara la guerra civil.