La galaxia de medios financiados directa o indirectamente por el Kremlin tiene un objetivo y uno solo, admitido repetidamente por Margarita Simonián, la influyente directora de la cadena RT y de Rossiya Segodnya, la agencia que edita el portal Sputnik. Su filosofía de trabajo quedó patente en una reciente entrevista televisiva en el programa Pravo Znat, en el que describió su idea del nuevo orden mundial, “la realidad alternativa”, como la ha definido.
“El mundo occidental como lo hemos conocido y apreciado, con sus valores occidentales como los hemos conocido y apreciado, ya no existe. No hay valores; no hay mundo occidental. Lo que queda son regímenes autoritarios simplemente cubiertos por los colores de sus banderas nacionales”.
Demostrar que occidente y sus valores ya no existen es la razón misma de existir del entramado de medios del Kremlin. A la democracia liberal, con su separación de poderes y su sistema electoral, le ha sucedido, según la propia Simonián, un modelo de Estado autoritario movido por valores como el patriotismo.
Para ello, los medios del Kremlin confían plenamente en las plataformas digitales. No hay diferencia entre cadenas de televisión con audiencias irrisorias, como RT, o agencias de noticias. La idea es difundir y amplificar titulares que describan la descomposición del Estado europeo moderno, con dos audiencias preferentes: los propios ciudadanos rusos, para desinflar su insatisfacción con la deriva autoritaria interna, y grupos radicales de derecha o izquierda dentro de los países donde emiten.
Fuentes dudosas, titulares impactantes
El primer paso es encontrar pseudofuentes, expertos que ningún medio serio occidental se tomaría en serio. El objetivo es que hagan pronunciamientos audaces, impactantes, radicales, que defiendan de forma directa o indirecta los intereses del Kremlin. Estos son sólo algunos ejemplos:
William Mallinson, académico de la universidad online romana Guglielmo Marconi, que trabajó de funcionario, tercer secretario y segundo secretario en funciones en embajadas británicas en destinos como Nairobi. RT le suele presentar como “diplomático británico”, y gracias a él ha publicado titulares entrecomillados como “¿Por qué no bombardea la OTAN Madrid durante 78 días?”, “Las advertencias de EE UU a Rusia son poco profesionales, amenazantes, carentes de tacto y contrarias a la diplomacia” o “El asesinato del disidente ruso Nemtsov es una señal de dios para todos los que se opongan a una Rusia fuerte”
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