En el presente año, algunos medicamentos e insumos que se adquirieron para las unidades médicas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se compraron hasta cinco veces más caros en comparación con el año pasado.
El documento, consultado por Reforma, no aclara si la adquisición estuvo a cargo del Instituto o se realizó a través de la UNOPS, organismo descentralizado de la ONU que eligió el gobierno federal para encargarse de las compras de medicamentos para todo el sector salud durante este año.
El ISSSTE justificó las adquisiciones a sobreprecio con el argumento de que debido a la pandemia de Covid-19, se rompieron las cadenas de suministro de varias empresas de distintos sectores económicos con la suspensión de actividades que se impuso durante el primer semestre de 2020.
“La afectación fue directamente a la importación de insumos provenientes de Asia y Europa, ya que firmas procedentes de estos continentes cerraron sus plantas en el primer semestre de año”, expuso.
Entre los datos que contiene el informe, se indica que el anestésico Propofol inyectable, se compró en ese año a un costo unitario de 662.7 pesos, mientras que en 2020 se pagó 107.5 pesos por el mismo producto, esto es, el sobrecosto fue, para 2021 el costo fue de 662.7 pesos, es decir, un aumento de 516.5%.
Otro ejemplo es la Lamivudina Zidovudina, fármaco usado en los pacientes con VIH. En este año se compró a un precio unitario de mil 487.9 pesos cuando en 2020, se erogaron 234 pesos. El excedente en este caso fue de 535.9%.
Por lo que respecta al succido zoledronico, medicamento inyectable contra la degradación ósea, se compró a un precio unitario de 162.5 pesos cuando el año pasado se adquirió a 63.5 pesos. El aumento fue de 155.9%.
Mientras tanto, algunos insumos como tubos endotraqueales de plástico grado médico, mascarillas y gorros de tela no tejida de polipropileno se compraron al doble del costo del año anterior.
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