Después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le ordenó nombrar candidatos para integrar la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) después de dos años en que debió hacerlo, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que acatará la resolución, entre su enésimo ataque a los organismos autónomos y su ignorancia sobre las personas elegibles para ser comisionados.
El pasado lunes el Pleno de la SCJN conminó al presidente a presentar la terna de candidatos a comisionados de la Cofece, para lo cual le otorgó un plazo de 30 días naturales. Ello ocurrió después de que desde noviembre de 2020 la Cofece le solicitó a López Obrador que escogiera entre las personas que había aprobado el Comité de Evaluación; de que en 2021 ese organismo autónomo presentó la controversia constitucional por la omisión presidencial, y apenas hace dos días la Corte le ordenó al tabasqueño hacerlo.
Antes López Obrador había cuestionado la integración del Comité de Evaluación porque su gobierno había desaparecido uno de los organismos que lo integraban, y en febrero pasado incluso afirmó que sería mejor que los organismos autónomos ni siquiera existan, por lo que dijo que propondría una reforma administrativa para desaparecerlos.
En ese tono, en su conferencia de prensa de este miércoles, acusó a la Cofece de defender a empresas particulares y no a las empresas públicas ni al “pueblo” (lo que no es su trabajo, por cierto), y que responde a un “modelo privatizador que se impuso durante el periodo neoliberal”.
Desde febrero López Obrador, en un ataque más, había afirmado que haría una propuesta de reforma administrativa para eliminar a los organismos autónomos. Hoy dijo que frente a la imposibilidad de desmontar “todo este andamiaje protector de intereses creados”, pues tendrá que cumplir con lo que le ordenó la Corte, por lo que mandará la terna.
El presidente pasó a dar una muestra más de su ignorancia e indolencia: dos años después de que el Comité de Evaluación le envió los nombres de las personas aprobadas, López Obrador dijo que ni los conoce.
En esas condiciones, a López Obrador se le cierra el mundo; añadió sobre su ignorancia: “Entonces, ¿qué hago, si no conozco a nadie?”.
Y siguió recitando sus viejas jeremiadas sobre la administración pública y la corrupción.