Baja participación, con un promedio de 13.7 millones de votos (14.8%), es lo que Integralia Consultores pronostica que ocurrirá el próximo domingo 10 de abril en la consulta de Revocación de Mandato.
De acuerdo con un estudio, publicado este jueves, la consultora estima que habrá entre 6.5 y 20.6 millones de votos emitidos. El piso más bajo, que representa el 7.1% de la lista nominal del Instituto Nacional Electoral (INE)*, contempla a los ciudadanos que participaron en 2021 en la consulta sobre juicio a ex presidentes; en contraste, el el piso más alto (22.5%), se considera a la votación obtenida por el oficialismo (Morena-PT-PVEM) en las elecciones federales de 2021.
Estos dos escenarios, sin embargo, están muy por lejanos a los 30.1 millones de votos que Andrés Manuel López Obrador obtuvo en la elección presidencial de 2018 y lejos también de los 37.3 millones de votos (40%) que se necesitan para que dicho ejercicio sea vinculante.
En ese sentido, Integralia vislumbra tres umbrales:
- Los 30.1 millones de votos que López Obrador obtuvo en 2018. Cualquier cantidad menor sería una pérdida neta de apoyo.
- Los 20.6 millones de votos que la coalición oficialista obtuvo en la elección intermedia de 2021: nuevamente, cualquier cantidad menor sería una falla de Morena y sus aliados para movilizar a sus bases de apoyo.
- Las 11 millones 141 mil 953 firmas que se presentaron ante el INE para solicitar la consulta. Cualquier cantidad menor significaría que muchos firmantes no acudieron a votar (o bien, que algunas firmas fueron irregulares o registradas sin conocimiento de los firmantes).
Esto quiere decir que si se alcanza el punto más bajo, 7.1%, ni siquiera habrían participado los 11 millones de seguidores del presidente que enviaron su firma al INE para exigir que se realizara la revocatoria, un acto más de propaganda de López Obrador que le ha costado al erario mil 567 millones de pesos.
En el informe, la consultora destaca que si bien la consulta no tendrá consecuencias jurídicas, sí tendrá implicaciones políticas: “Se prevé que el presidente utilice el resultado en dos sentidos: por un lado, como una victoria del ‘pueblo’ sobre los ‘conservadores’; por otro lado, culpará al Instituto Nacional Electoral (INE) de la baja participación. Finalmente, el resultado servirá como narrativa durante el debate de su agenda prioritaria en el Congreso, incluyendo la reforma energética (actualmente en discusión en la Cámara de Diputados) y la reforma electoral”.
También advierte que si bien esta clase de ejercicio -realizado en distintas modalidades en 23 países- podría ser positivo por su carácter de ampliación de la democracia participativa, en México se alteró su naturaleza al tratarse de una consulta que solicitaron y promovieron quienes están en el gobierno y los seguidores que apoyan a López Obrador y su movimiento.
Asimismo destaca que en el futuro la revocación de mandato implicará un riesgo de inestabilidad política, toda vez que el instrumento se adaptó a la coyuntura actual (un presidente popular con mayoría en el Legislativo). Sin embargo, para los años venideros, a expensas de ser removidos al concluir su cuarto año de mandato, los presidentes gobernarán privilegiando las medidas populares y de efecto inmediato. Mientras tanto, la oposición tendrá incentivos para el obstruccionismo y para buscar la revocación del presidente como amenaza latente.
*92 millones 823 mil 216 ciudadanos mexicanos son quienes podrán participar en la jornada del 10 de junio, de acuerdo con la última actualización de la Lista Nominal del INE.
