El candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, compró tres concesiones mineras en 2009 a un experito de la Secretaría de Economía encargado de analizar terrenos para determinar su potencialidad.
De acuerdo con una investigación del diario El Universal, fue Jenaro Garza Guerra quien vendió las concesiones al candidato morenista, luego de adquirir 28 títulos de concesión entre 1999 y 2007.
Garza Guerra vendió a Macocozac (empresa de Guadiana Tijerina), del grupo Materiales Industrializados, tres lotes: uno en Mazapil, Zacatecas, de 16 mil 709 hectáreas y los otro dos en Pitiquito, Sonora: en Aguirre con una superficie de tres mil 639 hectáreas y en El Viejo de 16 mil 23 hectáreas.
En total, las 36 mil 368 hectáreas que adquirió el candidato a gobernador es equivalente a un área similar a siete delegaciones de la Ciudad de México: Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Benito Juárez.
Aunque los contratos de compra-venta no especifican el costo de la transacción (están tachados por la ley de transparencia), el espacio para este campo ocupa dos renglones, sin mencionar que los tres lotes tienen potencial para oro, plata y cobre, lo que incrementa su valor.
Al respecto, la autora del libro El mineral o la vida, Mayra Monserrat, explicó a El Universal que si bien las empresas o particulares tienen permiso para explorar y explotar minerales en el subsuelo, a veces no tienen la capacidad económica para hacerlo por lo que terminan vendiendo esas concesiones en una especie de sistema de apartado.
Por su parte, el integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), Miguel Ángel Mijangos, consideró que la transmisión de las concesiones mineras podrían alcanzar montos de hasta 10 millones de pesos.
“Una persona pide la concesión, hace en el lote un proyecto de exploración menor, en el que invierte un millón de pesos. Resulta que el pedacito donde exploró tiene buen potencial, entonces le ofrece a una empresa vendérselo en 10 millones de pesos. La empresa hace dos estudios más de exploración para comprobar el potencial y se hace una transmisión de la concesión”, explicó.
Guadiana Tijerina, quien además es fundador de la asociación civil Claridad y Participación Ciudadana, dijo que todas las transacciones se hicieron con base en la ley pero que sí podría existir un sistema de apartado.
“Bueno, si yo quiero transmitir los derechos de una concesión minera particular o de una sociedad, se hace con el permiso de la Secretaría de Economía, que se maneja a través de la Coordinación Minera y la Dirección General de Minas, regulado todo por la ley Minera”, expuso.
-¿Eso no genera un sistema de “apartado” de la tierra para luego venderla?
“Pero así está la ley, y si no, le negarías el derecho… Acuérdate que cualquier ciudadano puede denunciar un área que esté libre, o una compañía, para que la actividad minera se desarrolle. Pero si se puede propiciar algunas de las cosas que tú mencionas”.
mahy