Para Jan Albert Hootsen, representante del Comité de Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), consideró que la relación entre el gobierno mexicano con la prensa es muy compleja, principalmente a causa de los constantes ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador, que pueden dar la pauta para amenazas más serias.
Explicó que aun cuando estos ataques han permanecido en el terreno retórico, se abre una división entre los ciudadanos, el gobierno y la prensa que a su vez genera un clima de acoso, que se refleja básicamente en las redes sociales donde varios periodistas y medios de comunicación han sido objeto de insultos y descalificaciones.
“Vemos que se crea una división entre lo que es la ciudadanía, los medios y el gobierno, que podría resultar en un clima de amenazas, de hostigamiento. Vemos cómo muchos periodistas, que tienen presencia en las redes sociales, han sido blanco de violencia, de acoso y de amenazas con un lenguaje bastante adverso, ello en online”, manifestó.
De acuerdo con información de El Universal, el representante de CPJ consideró que es preocupante que en México, donde existen altos índices de inseguridad y de agresiones a periodistas, desde el poder se promueva un clima aún más hostil para el ejercicio de esta actividad. Indicó que si bien los funcionarios públicos tienen derecho a expresarse, el presidente de un país no es cualquier ciudadano y tiene que ser más responsable.
Puntualizó que si el mandatario acusa un medio de mentir, debe ofrecer argumentos y pruebas; asimismo, apuntó que en el gobierno mexicano debe quedar claro la función de la prensa no es apoyar o atacar a la administración, sino para ser un factor de equilibrio.
Por otra parte, José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch (HRW), División Américas, señaló que son desafortunadas las expresiones del presidente de México contra los medios porque no abonan a un intercambio de puntos de vista, sino que sólo alientan el encono y la estigmatización hacia aquellos que tenga posturas distintas a las oficiales.
Coincidió con el representante del CPJ en el sentido de que aun cuando al presidente le asiste el derecho a discrepar de lo que publica la prensa, debe hace sus observaciones desde el terreno de los argumentos y el respeto y no a partir del denuesto. Asimismo, debe estar abierto a la crítica y no suponer que todas ellas entrañan un ataque.
“Me parece que el Presidente, con su conducta, lo que hace es empobrecer el debate, en el sentido de que cualquiera que publica una noticia que a él no le gusta y no comparte pasa a ser una especie de enemigo, alguien que está deliberadamente tergiversando los hechos, me da la impresión que hace más difícil la gobernanza democrática en México”, sostuvo.
Las posiciones de CPJ y HRW se suman a la que el jueves expresó la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), quien en voz de su presidente Christopher Barnes, consideró que los ataques sistemáticos de Andrés Manuel López Obrador a la prensa pueden incitar a la violencia en contra de periodistas y medios de comunicación.
arg