Epigmenio Ibarra es uno de los propagandistas preferidos de Andrés Manuel López Obrador. Lo ha sido desde muchos años antes de que el político tabasqueño lograra la presidencia de México, cuando él mismo como productor de televisión producía sus mensajes audiovisuales y, simultáneamente, lo apoyaba de distintos modos en las redes sociales.
Durante aquel tiempo, Epigmenio Ibarra se ha distinguido precisamente como propagandista, él mismo aceptó que él es eso, un propagandista, y este jueves quedó claro con la primera parte de una entrevista con el Jefe del Ejecutivo. Ninguna pregunta o comentario incomodo o que le implicara a su interlocutor responder con algo más que proclamas, Epigmenio Ibarra buscó alentar el culto a la personalidad y también atacar a los medios de comunicación que han cuestionado al presidente llamándoles, el mismo Epigmenio, golpistas, el asunto es que el Jefe del Ejecutivo aceptó que tales eran las pretensiones de algunos medios y periodistas, y con ello se perfila aún más la narrativa oficial donde se relaciona el trabajo informativo con la intención de deponer del cargo a López Obrador. El panorama es preocupante porque una vez más estigmatiza el esfuerzo informativo y la libertad de opinión.
La adulación al presidente es uno de los signos más ominosos del perfil autoritario y además es una amenaza a quienes no se plieguen a esas mismas prácticas. El trabajo informativo en el gobierno se concibe con el perfil del personaje tristemente apodado y así autonombrado “Lord Molécula” o con las elogios sistemáticos de John Ackerman. Como Epigmenio Ibarra no sólo es un militante y un productor de televisión, él mismo fortalece la comunicación oficial a través acusar a los mismos críticos de golpistas, promover noticias falsas él y mediante otras plataformas así como movilizar ejércitos de bots para hacer tendencia sus temas, como este jueves hicieron a través de vilipendiar al periodista Ciro Gómez Leyva.
El contexto es complicado para el ejercicio de la libertad de prensa, más aún, para la propia democracia, en diferentes órdenes. Esperemos que la pluralidad política y de opinión termine por imponerse.