Brian Nichols, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, expresó su respaldo a la posición expresada por el embajador Ken Salazar sobre la iniciativa de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador, especialmente la elección por voto directo de juzgadores.
Después de que el martes pasado el mandatario mexicano declaró “en pausa” (lo que quiera decir esto en términos informales, pero se supone que no es bueno) su relación con los embajadores de Estados Unidos y Canadá por expresar sus reservas respecto a su reforma judicial, en lo que fue apoyado por Claudia Sheinbaum, presidenta electa, la representación diplomática estadounidense publicó un comunicado en el que ratificó su respeto a la soberanía, pero que la iniciativa de elección de jueces no fortalece al Poder Judicial ni tampoco combate la corrupción.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, manifestó su apoyo a su jefe y presidente por lo que llamó “comentarios injerencistas” de los diplomáticos de Estados Unidos y Canadá, y que las decisiones de México las toman los mexicanos. Pero reconoció que “nuestra relación con amigos y vecinos de Norteamérica es prioritaria y fundamental, y a nivel cotidiano sigue fluida y normal”. Pero no explicó qué quiere decir “pausa” en el argot diplomático obradorista.
En ese marco, en respaldo a Salazar, que desde la semana pasada hizo señalamientos sobre la reforma judicial, este miércoles Nichols expresó el total respaldo del Departamento de Estado (al que varias veces ha acusado López Obrador por lo que él considera “intervencionismo”) a la postura expresada por su embajador en México.
En un breve pero significativo mensaje colocado en su cuenta de X, Nichols expresó que Salazar y él respetan la soberanía mexicana, e insistió en que los dos países “deben trabajar juntos como socios e iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte”.
Y mantuvo sus reservas respecto a la iniciativa presidencial sobre jueces: “Como socios y amigos, compartimos nuestras preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas”.
En diversas ocasiones el macuspano se ha expresado negativamente del Departamento de Estado; por ejemplo, apenas en abril pasado esta oficina del gobierno estadounidense publicó su Informe nacional sobre prácticas de derechos humanos 2023, en el que señaló severas deficiencias del gobierno mexicano en la materia: ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, tortura, libertad de expresión, entre otros aspectos.
Entonces el tabasqueño comentó para descalificar: “Ellos no están acostumbrados a respetar la soberanías de los pueblos; ayer, por ejemplo, sacó el Departamento de Estado una resolución hablando de que en México se violan derechos humanos y ellos situándose como los jueces del mundo”.
