“Estamos mejorando” dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su cuarto informe de gobierno al presentar un escenario más que optimista de la situación que atraviesa el país, y que no se aleja de los spots que ha presentado en las últimas semanas. Pero hay datos y hechos que no permiten compartir esa visión.
Por supuesto, durante el informe el presidente hizo varias referencias a la situación de los pobres, y habló de los apoyos y becas que su gobierno les ha otorgado. Sin embargo, los datos son malos al respecto. Por supuesto, una de las grandes promesas de López Obrador fue la de “por el bien de todos, primero los pobres”. Pero los datos sobre el aumento de pobres durante su gobierno son dramáticos: según datos de la Comisión Económica para América Latina, en 2018 en México había 52 millones de pobres, pero para 2020 calculaba que esa cifra ya llegaba a 55.6 millones y que en 2022 alcanzará los 58.1 millones, un aumento de 6 millones en el actual gobierno. Sólo para este año, ese organismo internacional estimaba que, debido a la inflación, 2.5 millones más de mexicanos caerán en pobreza.
Al respecto, el mandatario reconoció dijo que “sin crecimiento” hay una mejor distribución del ingreso y que ha disminuido la desigualdad en el país, además de que presumió el aumento de ingresos de grupos sociales como los adultos mayores y de los indígenas. Así, afirmó que el ingreso por persona aumentó en 4.8 por ciento respecto a 2021. Pero omitió hacer referencia directa a las consecuencias que ha tenido la inflación, especialmente en productos básicos como los alimentos.
Así, por ejemplo, en agosto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró una inflación de 8.62 por ciento en la tasa anual, un nivel no observado desde 2000, pero en la canasta básica es más alta: 14.54 por ciento. Y hasta ahora no han funcionado las medidas para disminuir sus consecuencias.
Pese a ello, López Obrador habló de una “recuperación del poder adquisitivo de los salarios”.
También sobre la inflación López Obrador afirmó que si no hubiera tomado medidas para controlar el precio de los combustibles la inflación podría haber alcanzado hasta el 14 por ciento. Pero se debe mencionar también el costo de esa medida apenas el pasado martes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer datos respecto a julio: los ingresos tributarios sufrieron una caída de 9.4 por ciento, en buena medida debido a que se dejó de aplicar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles, por lo que sólo durante ese mes dejó de recibir 34 mil 756 millones de pesos. Además, durante los primeros siete meses los ingresos por ese impuesto se redujeron en 79.5 por ciento, lo que es un costo muy significativo.
En otro aspecto importante, en su informe López Obrador insistió en que su gobierno está construyendo lo que será uno de los mejores sistemas de salud del mundo, que será universal y gratuito. Pese a que desde diciembre de 2020 ya deberíamos contar con uno parecido al de Dinamarca (según el mismo prometió), lo cierto es que la sustitución del Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar ha sido uno de los más serios fracasos del actual gobierno. El instituto no funcionó de ninguna forma y ha terminado por ser sustituido por otro plan ahora llamado Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar), con el cual se pretende atender fundamentalmente a quienes carecen de seguridad social. Apenas entra en funciones, por lo que están por verse los resultados de este nuevo experimento gubernamental.
Al respecto, cabe añadir que, acerca del problema del desabasto de medicamentos que se ha padecido durante su administración, López Obrador presumió (por decirlo de alguna forma) que sólo en tres estados de la República hay abasto al 95 por ciento. Ya sólo le falta alcanzar ese nivel en 29 entidades.
El aspecto educativo es también preocupante: López Obrador destacó el aumento salarial para los maestros, la colaboración con padres y profesores, además de que no ha habido ningún paro magisterial. Sin embargo, no hubo palabras sobre la pérdida de, al menos, 1.4 millones de estudiantes que han dejado las aulas entre 2019 y 2022.
También fue eliminado el programa Escuelas de Tiempo Completo, unos 27 mil planteles, muchos ubicados en zonas de pobreza, que ofrecían alimentos y clases a más de 3 millones de estudiantes mientras sus padres trabajan. A cambio, el gobierno todavía están tratando de implementar su programa La Escuela es Nuestra.
López Obrador aseguró sobre el contenido de los nuevos libros de texto que tendrán un contenido “científico” y “humanista”, pero lo que se ha revelado del plan de estudios ha despertado severas críticas por su perfil improvisado e ideologizado.
Otro de los proyectos de López Obrador es el del Banco del Bienestar, del que dijo que en 2021 ya habría 2 mil 700 sucursales. Pero en su cuarto informe mencionó que hacia finales del presente año habrá 2 mil 300, lo que es una importante reducción, la que no explicó.
Sobre el empleo, dijo que se han creado un millón 69 puesto formales registrados ante el IMSS. Sin embargo, no hubo referencia a la pérdida de empleos que hubo los dos años anteriores, ni tampoco a la promesa de López Obrador, que hizo en abril de 2020, de crear 2 millones de puestos para diciembre de ese mismo año.
Asimismo, López Obrador refirió un presunto ahorro en la realización de obras públicas, por el cual se habrían obtenido, según él, 200 mil millones de pesos, además de que con su plan de austeridad republicana habrían sido 300 mil millones más. Empero, se ahorró dar las enormes cifras de sobrecosto de sus obras emblemáticas. Así, el propio presidente reconoció que la refinería de Dos Bocas costará hasta 4 mil millones de dólares más (sobre esta obra, que en días pasados ya había dicho que estaba “concluida”, “terminada” y “ya operando”, en su informe de este jueves mencionó que está “en fase de integración”).
En lo referente al Tren Maya, es menester recordar que López Obrador anunció en un principio, como presidente electo, que costaría 6 mil millones de dólares. Pero en la última semana de julio ya anunció que ese gasto ascenderá a entre 15 mil y 20 mil millones de dólares. Si en realidad hubo algún ahorro, allí desaparecerá.
En materia de seguridad, López Obrador resaltó la caída de los delitos en general, y presumió una baja de apenas 2.84 por ciento en homicidios. Pero no dijo nada de otra situación muy grave: el gran aumento que ha habido en personas desaparecidas.
Así, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas muestra que entre 2019 y 2022 ha habido 80 mil 471 personas desaparecidas, con las cifras anuales más altas de la historia. Comparando los tres primeros años de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de López Obrador, se puede observar que en el caso del priista hubo 48 mil 926 desaparecidos, con un promedio anual de 16 mil 308; el morenista registra 68 mil 147, para un promedio anual de 22 mil 715. En el primer trienio se cada administración, eso significa un incremento del 39 por ciento. Eso no lo mencionó López Obrador.
Esos son algunos de los temas del informe de López Obrador, quien al final de su informe reconoció que está bien, de buenas y feliz.
