En su segunda visita a Puebla como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que el proceso electoral extraordinario que tendrá lugar en esta entidad puede ser una oportunidad para “demostrar que se puede hacer valer la democracia”.
Al encabezar la entrega de diversos programas sociales en la capital poblana, y en medio de un discurso dedicado a recapitular sus acciones de gobierno y exaltar la llamada “cuarta transformación”, el mandatario llamó a comprometerse con unas elecciones libres, donde no tengan cabida prácticas como la compra del voto, traficar con la pobreza de la gente, el acarreo, entre otras y advirtió que el fraude electoral ya se puede castigar, incluso con la cárcel.
“No es advertencia, mucho menos amenaza, pero ya logramos que sea delito grave la corrupción, que no lo era, y ya logramos que se reformara la Constitución para que también sea delito grave el fraude electoral. ¿Qué significa eso? Que ya en estas elecciones de Puebla el que cometa un delito electoral va a la cárcel sin derecho a fianza. Ya esto es un avance de nuestro movimiento, ya existe el fiscal electoral que, en lo que a nosotros corresponde, aunque se trata de una institución autónoma va a tener todo nuestro respaldo”, expresó el titular del Ejecutivo Federal.
Sin hacer mención expresa de los conflictos internos en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por la candidatura al gobierno estatal, López Obrador negó que su administración tenga predilección por algún aspirante; según dijo, ya se acabaron los tiempos en que se usaba el dinero del presupuesto para favorecer a los candidatos de su partido. Asimismo, sin particularizar, aludió a los “barberos” que simulan que les interesa el pueblo y utilizan su nombre para tratar de lograr posiciones.
“Nada que te voy a jalar de la mano, nada que es mi amigo, porque cuando quieren llegar los que no tienen convicciones, los que no tienen ideales ahí andan de barberos simulando que les importa mucho el pueblo. No, no, afortunadamente ya la gente sabe quién es quién en estos menesteres. Que nadie se atreva a usar mi nombre para decir que tiene mi apoyo, yo nada más tengo un amo, que se escuche bien y que se escuche lejos, mi único amo es el pueblo de México”, arengó.
Tras lamentar nuevamente el percance donde murieron la gobernadora Martha Érika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, el presidente reiteró que él nunca le ha deseado el mal a nadie e hizo un reconocimiento al trabajo del gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido, para pacificar a la entidad luego de estos hechos y la polarización que generaron.
López Obrador señaló que a fin de cumplir con su palabra y no dar motivos a sus adversarios para que lo ataquen, tomó la decisión de no realizar giras de trabajo en Puebla hasta que haya pasado la elección.
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