La Cámara de Diputados aprobó una nueva Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, la que establece la desaparición con Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la creación de otro organismo. Ello ocurrió tras el incumplimiento de la terminación de los foros prometidos y de cuestionamientos de la oposición.
Este miércoles la mayoría oficialista se impuso una vez más en la maratónica sesión en la que se aprobaron leyes vía fast track: por 257 votos a favor, 208 en contra y dos abstenciones fue aprobada la flamante ley que regirá la labor de los científicos en el país, además de que fueron reformadas la Federal de Entidades Paraestatales y la de Planeación.
El dictamen, que ahora va al Senado de la República, dispone la desaparición del Conacyt y la creación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación, que formará parte del Sistema Nacional correspondiente, al igual que la Secretaría de Educación Pública, instituciones de educación superior y dependencias y organismos dedicadas a la investigación científica y el desarrollo tecnológico.
Las argucias para justificar la nueva ley de ciencia fue que el Conacyt creó fideicomisos millonarios (el gobierno que propuso esta iniciativa acusó que había corrupción en varios fideicomisos dedicados a la ciencia que desapareció hace dos años y medio, y nunca aportó pruebas al respecto) y que hizo transferencias a empresas privadas por 45 mil millones de pesos.
En el dictamen también se acusó al Conacyt de acreditar programas de instituciones de educación superior privadas que no estaban vinculadas con la investigación científica o en humanidades, lo que servía para promoverlos y cobrar altas cuotas.
El dictamen fue aprobado entre las protestas de la oposición, que incluso en comisiones abandonó la sesión respectiva ante la cerrazón del oficialismo.