En lo que va del 2019, primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México es el primer lugar en asesinatos ejecutados contra periodistas, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo que confirma que nuestro país es el más inseguro y peligroso para el ejercicio del periodismo.
Con estas cifras se confirma lo dicho por el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en ingles) que señaló a México como el país con el mayor número de casos de periodistas asesinados durante 2019 y uno de los peores países para el ejercicio del periodismo.
La CNDH tiene un registro de 13 periodistas asesinados hasta el 31 de octubre de este año, alcanzando igual número de muertes que las habidas en 2016 durante el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, que era considera la cifra más alta.
Durante la administración pasada fueron asesinados 59 periodistas, 25 en el gobierno de Vicente Fox y 52 con Felipe Calderón, para dar un total de 153 comunicadores asesinados en un periodo de 19 años. Aparte están otros 21 periodistas desaparecidos.
En 2009 se tuvo la primera cifra más alta de asesinatos en el gobierno de Felipe Calderón, con 12 muertes; y en 2015, con Peña Nieto, dicha cifra fue empatada y superada en 2016 con 13 casos.
En 2017 fueron asesinados 10 periodistas, entre ellos el ocurrido el 23 de marzo contra la corresponsal de la Jornada y El Norte, Miroslava Breach, y unas semanas después el de Javier Valdez Cárdenas, editor de Ríodoce.
En total, desde los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón hasta el final de la administración de Enrique Peña Nieto, la CNDH recibió 1224 quejas por amenazas contra periodistas: 182, 522 y 520, respectivamente.
Desde estos gobiernos hasta lo que va de la administración de López Obrador, ha habido un incremento alarmante en los niveles de impunidad en los casos de amenazas y asesinatos contra periodistas, de conformidad con la CPJ.
En días pasados, Rosario Piedra, nueva titular de la CNDH, durante una de sus primeras entrevistas después de haber tomado protesta en la Cámara de Senadores, dio a entender que no sabía que durante el gobierno de López Obrador haya habido asesinatos de periodistas, “¿han asesinado periodistas?”, dijo.
La organización Periodistas Desplazados consideró como muy lamentable esta respuesta y ese mismo día presentó una queja en la CNDH contra Rosario Piedra.
El presidente López Obrador ha sido particularmente duro contra los periodistas y medios de comunicación que le parecen críticos a su gobierno y los ha calificado como conservadores, entre otros epítetos. Molesto por la cobertura que dieron al operativo fallido de Culiacán, Sinaloa, dijo “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”, lo cual generó una amplia inconformidad e indignación entre los comunicadores y voces de la opinión pública.
Lo último que ha dicho el presidente López Obrador es que cualquiera puede ser periodista, en un claro sentido acusatorio y de desprecio a la profesión.
Al respecto, un grupo de periodistas de organismos internacionales le pidieron que hiciera un compromiso público para no usar un lenguaje que estigmatice los comunicadores, pero dijo que él siempre ha sido respetuoso y que siempre hará uso de su derecho de réplica.
(Con información de El Universal)