Aun cuando ya se han iniciado las vacunaciones en México, eso no reducirá en el corto plazo la gravedad de la epidemia de COVID-19. Los efectos positivos de la medida se podrían ver a finales del 2021 o principios de 2022, por lo que no deben relajarse las medidas de prevención, informó la UNAM.
Por medio del vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, Mauricio Rodríguez, la institución insistió en que sigue siendo necesario el distanciamiento social, la higiene de manos y superficies y el uso de cubrebocas y alertó que la presente situación podría empeorar en febrero.
Recordó que “hoy hay muchos casos de gente que se reunió, aunque fueron nada más dos familias, aunque fueron sólo cinco personas, se juntaron y hubo contagios”.
Así, las cifras se elevaron drásticamente en enero, como resultado de las fiestas decembrinas, y ese mayor número de casos harán que se multipliquen los contagios para febrero, a menos que se rompa la cadena de contagios.
“Cuando alguien tiene signos, síntomas, tiene que bajar absolutamente la actividad, aislarse y ponerse cubrebocas”, y evitar al máximo salir de los domicilios, aun cuando no se tengan síntomas.
Para evitar que la enfermedad se siga transmitiendo, el profesor de la Facultad de Medicina dijo que los ciudadanos pueden romper la cadena de contagios si se quedan en casa.
Desde diciembre pasado, la Comisión hizo un llamado a la población a evitar las reuniones decembrinas. Sin embargo, muchos ciudadanos hicieron caso omiso, al tiempo que el gobierno federal y los gobiernos estatales únicamente hicieron exhortos, por lo que para las primeras semanas de enero se alcanzaron cifras récord de fallecimientos y contagios en todo el país.
