jueves 21 noviembre 2024

Con promesas laborales, Saúl Huerta enganchó a su joven víctima: sería “su secretario personal”

por etcétera

El diputado morenista Saúl Huerta, que admitió en una conversación telefónica haber abusado sexualmente de un jovencito de 15 años y además, ofreció pagar por el silencio de la víctima, ganó su confianza y la de su familia por medio de ofrecimientos de crecimiento laboral, personal y profesional.

La noche del jueves 22 de abril, el espacio informativo de Ciro Gómez Leyva presentó una entrevista con el menor, quien acusa a Huerta Corona de haberlo engañado y drogado para abusar sexualmente de él. Huerta, en conversación con la madre de la víctima, aceptó que el incidente fue real, pero dijo que “nunca hubo fuerza… no le hice nada”.

Asimismo, el joven acusó a la policía capitalina de resistirse a ofrecerle ayuda, ya que “no me creían”. Aseguró que tampoco le creyeron en las oficinas de la Fiscalía capitalina, en donde nadie le ofreció apoyo psicológico ni médico.

Según el relato del joven, fue gracias a la inmediata comunicación con su mamá que insistió que el joven buscara una patrulla, que Huerta fue detenido. Sin embargo, fue liberado a las pocas horas. De acuerdo con lo que el menor explicó, su madre tuvo que hablar por teléfono con los policías para que le dieran crédito a su hijo y acudieran al hotel a detener al diputado.

La víctima era miembro del equipo de trabajo de Huerta. Es originario de Puebla y el legislador lo integró a su grupo de trabajo previo acuerdo directo con la familia, por ser menor de edad. Se encontraba en la Ciudad de México, trabajando con él, cuando ocurrió el abuso.

“En la Cámara de Diputados lo que hice fue llevar papeles de un lado para otro, hacer depósitos, hacer pagos. Era nada más lo que hacía”, dijo a Imagen Noticias.

La periodista  le preguntó por qué accedió a trabajar con el legislador. El joven dijo que hubo promesas de crecimiento personal de por medio:

“Me prometió que me iba a meter a la BUAP, que entraría a un curso de inglés, que me enseñaría a manejar, que me iba a convertir en su secretario personal”.

De acuerdo a lo que contó, salieron ambos de madrugada de la Cámara de Diputados y el diputado le dijo que deberían buscar hospedaje.

Previo a ello, dijo el joven “pasamos a un Oxxo, me hizo mi recarga porque le dije que necesitaba estar comunicado con mis papás. Me hizo una recarga y compró un refresco. Yo me tomo el refresco, pero sabía amargo, amargo, amargo, amargo. Luego de que tomé el refresco, ya no podía. Me intentaba parar, me sentía muy mareado”.

“Él me había avisado que iba a rentar dos habitaciones, una para cada quien. Cuando llegamos, nada más renta una con una sola cama. En ese momento, me sentí extraño, porque (había dicho que) iba a rentar dos, no una, pero ya me sentía mal, ya estaba mal. Llegué y me acosté y ya no me pude levantar.

“Llego y me acuesto y el diputado se mete al baño. Cuando sale el diputado Saúl Huerta de Morena, sale totalmente desnudo y se acuesta en mi lado derecho. En ese momento, él empezó como a caminar en la cama. Agarró y me bajó mi pantalón hasta las rodillas. Empezó a hacer manipulación con mi pene y agarraba mi mano y la ponía en su pene. Hacía movimientos de arriba para abajo. Estuvo como diez minutos en eso. Me intentaba arrimar, me intentaba gritar (sic), no podía.

“De lo que estuve intentando, pude voltearme. Cuando me volteo, él me empuja para que me quedara de nuevo acostado viendo hacia arriba. Veo que se para y ora sí se sube arriba de mí, y mis piernas quedan en medio de sus piernas.

“En ese momento agarra saliva, la pone en su pene y mi pene lo coloca directamente en su recto. Y empieza a hacer movimientos de arriba para abajo. Estuvo como cinco minutos en esa posición. Ya que se quitó, yo me quedé dormido, ya no supe nada”, dijo.

Dijo que a las 4.53 de la madrugada “me levanto y reacciono. Recuerdo todo lo que pasó, recuerdo todo lo que había hecho. Decidí salirme de esa habitación: era lo adecuado. Luego, luego entré al baño, hice pipí, eché todas mis cosas a mi maleta y ya cuando iba a salir, el diputado Saúl Huerta se paró y me obstruyó la salida, no me dejaba salir. Estuve 50 minutos esperando que me dejara salir. A fuerza me daba dinero, pero yo no lo recibía. Yo le decía, ‘yo no quiero dinero, yo lo que quiero es justicia’.

Prosiguió: “No me dejaba salir hasta que le dije ‘bueno, yo no voy a decir nada, nada más déjeme salir, ya me quiero ir de aquí”. Y ya fue como me dejó salir. A las 5:50 yo ya estaba afuera del hotel. Le marqué a mi mamá. Me dice mi mamá, ‘no, pues busca a una patrulla’. Le platiqué todo y me dice ‘busca una patrulla’. Caminé y busqué una patrulla. Llegué con los oficiales, me dieron el apoyo. Volvimos a subir a la habitación. Estuvimos tocando, tocando. No salió. Ya cuando sale y ve a los policías, luego, luego quiere cerrar. Los policías detienen la puerta, no lo dejan cerrar y dice ‘es que estoy desnudo, estoy desnudo, déjenme cambiarme’. Ahí se esperaron. A mí me bajaron, estuve en la patrulla, estuvimos esperándonos. A las 6:33 fue cuando lo bajaron y lo subieron a la patrulla. A las 7 llego a la Fiscalía, en oficinas. Y ya de ahí estuve todo el día”.

A pregunta de la periodista dijo que del incidente “nada más me acuerdo que me decía ‘más rápido, hijo, más rápido’. Pero yo ya no estaba bien de mi cabeza. Intentaba gritar, intentaba hablar para que se quitara. No me hacía caso”.

¿Cuánto te ofreció para quedarte callado?

“Nomás me dijo ‘toma este dinero, toma, toma, toma y yo te doy más dinero la próxima semana y te voy pagando, te voy pagando, pero no digas nada’.

¿Cómo te atendieron en la Fiscalía? ¿Te creyeron?

“Mmm… No. No me creían. Simplemente, cuando llegué con el policía y le avisé, no me creía. No me querían ayudar. Ya hasta que le repetí y le repetí, y le dije que le pasaba a mi mamá (en el teléfono) fue cuando me creyó, pero no me creía”.

¿Cómo te hace sentir que no te crean que fuiste abusado?

“Me hace sentir mal. Porque no hace justicia”.

¿Te dieron apoyo psicológico?

No.

¿Te pasaron con un médico legista?

Hasta… (no completó la respuesta).

¿Dirías tú que el candidato Saúl Huerta te violó?

Sí.

En el mismo espacio de noticias, también se difundió una llamada entre la madre del menor y el diputado.

En ella, el diputado intenta sobornar a la mujer, para pedirle que calle y “no lo destruya”. Ofrece incluso entregarle a su hijo “sano y salvo” e incluso se atreve a decirle “se lo juro que no le hice nada”.

“Nunca hubo fuerza, ni nada, o sea, se lo juro que no le hice nada”. Ofreció ir a Puebla, a visitar a la familia, “para que no se mueva usted”.

“Y le llevo el dinero. Yo voy allá a su casa, yo le respondo. Tampoco me voy a esconder. Deme esa oportunidad señora, se lo suplico. Él que se vaya en un taxi a la Tapo, yo me voy a Puebla, me regreso en este momento. Yo la voy a ver allá, se lo entrego sano y salvo y llegamos a un acuerdo con usted y su papá”.

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