Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su aceptación a la aplicación en México del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Claudia Sheinbaum, candidata presidencial oficialista, manifestó su rechazo porque, según ella, el sistema educativo no puede tener como objetivo la preparación para esa evaluación.
Apenas el pasado martes el tabasqueño fue cuestionado, durante su conferencia de prensa, acerca de la participación de México en la prueba PISA, y su respuesta fue afirmativa: “Sí, participamos sin ningún problema; o sea, todo lo que tiene que ver con la educación se apoya. He estado viendo eso, de que hablan de que no vamos a participar, pero sí”. Aunque se sinceró: “No sé en qué consiste”.
Aunque su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, le advirtió que un comité evaluador estimó que PISA no corresponde al nuevo sistema de educación, López Obrador lo ratificó: “Sí, pero sí la aceptamos, sí, y estamos abiertos a todas las evaluaciones”.
Sin embargo, apenas unas horas después Sheinbaum, delfín del tabasqueño, prácticamente se pronunció contra la evaluación mencionada ya que, afirmó, “no puede ser que la educación esté sustentada en pasar un examen”.
Según Sheinbaum, el sistema educativo no debe ser “un esquema de preparación para la prueba PISA”, y refirió artículos de especialistas en educación en los que se señala que elevar el nivel en esa evaluación debe ser el objetivo.
Sheinbaum hizo una comparación: “Es como si las preparatorias se dedicaran a preparar a los estudiantes para pasar el examen de admisión de la UNAM. No puede ser que la educación esté sustentada en pasar un examen, sino en enseñar, en aprender, desde la ciencia, las humanidades, la lectura”.
En su visita a Veracruz (en cuyo aeropuerto fue recibida en el aeropuerto con gritos de “¡fuera, fuera, fuera!”), la candidata oficialista dijo querer un buen sistema educativo, lo que es “el nuevo objetivo de la nueva escuela mexicana, un modelo distinto de pedagogía más interdisciplinario que lo que había antes por materias”.
La prueba PISA se aplica desde el año 2000. La OCDE señala que su objetivo “es evaluar la formación de los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria, hacia los 15 años”. Añade que es “un recurso para ofrecer información abundante y detallada que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas públicas necesarias para mejorar los niveles educativos”.
