https://naavagreen.com/wp-includes/fonts/depo-25-bonus-25/

https://beccopizza.com/wp-includes/depo25-bonus25/

https://samouraimma.com/

Slot Qris

Slot Bet 100

sábado 07 diciembre 2024

Recomendamos también: El crecimiento perdido, por Gil Gamés

por etcétera

Como diría el clásico: estamos en jerga, en el principio de algo confuso y con falta de propósitos. Una nota de Silvia Rodríguez en su periódico MILENIO informa que “debido a las implicaciones que ha traído el coronavirus, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó a la baja las previsiones para la economía mundial. De acuerdo con la última revisión de las Perspectivas Económicas, México crecerá 0.7 por ciento este año, por debajo de la proyección de 1.2 por ciento realizada en noviembre de 2019; para 2021, el estimado pasó de 1.6 a 1.4 por ciento. Respecto a la economía mundial, redujo sus cálculos de 2.9 a 2.4 por ciento, luego de que en 2019 fueran de 2.9 por ciento, ya considerado bajo; para el primer trimestre de 2020 incluso se habla de posible crecimiento negativo.”

Un grito desgarrador hizo trizas el silencio del amplísimo estudio: ay, mis hijos: contagiados, decrecidos e inseguros. Si estas proyecciones son ciertas, y no hay razón para descreer de ellas, a la mitad del sexenio del presidente Liópez, México habrá decrecido en el primer año, arrastrado la cobija con .7% en el segundo, si la virgen nos favorece, y crecido 1.7 en el tercer año si Dios es grande. Con la pena, un fracaso. Para entonces el tiempo habrá consumido la mitad del sexenio. Todo esto de no suceder algo gordo e imprevisto.

La OCDE puntualizó que una mejora requerirá un impacto positivo de las reformas, apoyo de la política monetaria en India y Brasil, medidas políticas bien enfocadas en México y Turquía para impulsar el crecimiento sostenible, y una recuperación gradual de los exportadores de productos básicos expuestos a la desaceleración en China este año. Como dice Gil: no se necesita ser Schumpeter para concluir que esto no ocurrirá. Estamos fritos.

Pillos

Y hablando de salud: corrupción de gran calado. Gil lo leyó en Aristegui Noticias y en Animal Político.com. En el gobierno de Peña Nieto se desviaron más de 4 mil millones de instituciones públicas de Salud, del IMSS, el Issste y otros institutos de salud de los estados. Los dinerales fueros desviados (ah, una voz pasiva, al fin) a 837 empresas fantasma. Así lo documentó en una investigación el equipo de abogados del bufete Pérez de Acha, en colaboración con al Asociación Civil Impunidad Cero para la cual solicitaron más de 200 solicitudes de información a instancias de Salud Publica de todo el país, tanto a nivel federal como estatal. El resultado aterrador señala que entre 2012 y 219 se identificaron 22 mil facturas falsas que se expidieron en el sector salud en 30 estados y a nivel federal por 4 mil 179 millones de pesos. Sobra, pero no sobra, añadir, tal y como lo indica la nota de Manu Ureste de Animal Político, que ese dinero nada despreciable que debió invertirse en la compra de medicamentos y de insumo en todo el país fue a parar a decenas de empresas fantasmas. Es decir, escribe Ureste: “el dinero se lo quedaron sociedades que ya el Servicio de Administración Tributaria incluyó en su lista negra, debido a que comprobó que son compañías de papel que no tienen infraestructura real, ni personal trabajando, ni activos, ni dan servicio alguno y que a pesar de ello facturaban grandes cantidades de dinero para desviar recursos públicos”.

El Instituto de Salud del Estado de México fue el que más dinero dio a empresas fantasma: mil 804 millones de pesos, el 43% de todo de todo el recurso analizado por Pérez de Acha Abogados. ¿Les suena? ¿Qué cosas pasaban por ese rumbo? ¿Con qué fines? En fon.

Más información: http://bit.ly/2PIllP0

También te puede interesar

betvisa

jeetbuzz

jeetbuzz

jeetbuzz

winbuzz

winbuzz

daman game