Mediante un comunicado difundido en redes sociales (Twitter y Facebook), Emiliano Salinas Occelli intentó deslindarse de su vínculo con Keith Raniere, fundador de la compañía NXIVM, quien se encuentra bajo proceso penal en Nueva York, Estados Unidos.
El ex director ESP México señaló que durante la etapa en que su firma tuvo una asociación comercial con NXIVM no participó ni estuvo involucrado con DOS; el empresario afirmó que a principios del año pasado una conocida suya, involucrada en DOS, le relató su experiencia y por ello renunció a cualquier contacto con NXIVM.
Salinas Occelli condena y rechaza categóricamente las prácticas del grupo de mujeres que se han revelado en los últimos días en los medios de comunicación. Como es sabido, Keith Raniere es acusado por liderar una secta que esclavizaba a mujeres, las marcaba en el cuerpo y las obligaba a tener relaciones sexuales. A algunas de ellas se les marcaba en la pelvis con las iniciales K y R, las Raniere Master, además de las esclavas a quienes llamaron Grandmaster, todo ello con la careta de una organización de autoayuda para la realización personal entre los que se ofrecían cursos sobre los Programas de Éxito Ejecutivo (PEE).
Durante el juicio en la Corte Federal del Distrito este en Brooklyn, Lauren Salzman, una de las amantes de Raniere, declaró que asiduamente ella y otras seis integrantes de DOS se desnudaban y posaban juntas frente a una cámara, se les fotografiaba (tenía que vérseles el tatuaje cerca de la pelvis) y las imágenes se le enviaban al líder de la secta. Otra de las mujeres testigo señaló que creía que Nxivm salvaría al mundo aunque al paso del tiempo su vida se convirtió en un infierno. Daniela, una mexicana que ahora tiene 33 años narró que se unió en 2002, con sólo 16 años, donde pasó dos años encerrada, aislada, en una habitación como “castigo” por no bajar de peso y tener relación con alguien distinto al líder.