La presidenta Claudia Sheinbaum respondió a los duros señalamientos de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, sobre la política de seguridad de Andrés Manuel López Obrador. Sin refutar varios de los dichos del diplomático, señaló contradicciones sobre sus declaraciones y dijo que hay coordinación, no subordinación, entre los dos países.
Un día después de que el diplomático estadounidense reprobó la política de “abrazos, no balazos”, de la “austeridad republicana” en seguridad y de las estadísticas ajenas a la realidad que ha presentado el gobierno mexicano en la materia, la mandataria criticó su incongruencia, en especial por la coordinación entre ambos países.
Sheinbaum destacó que “hay diferencias entre lo que dice el embajador de Estados Unidos un día, con lo que dice otro día. Tal fue el caso, por ejemplo, de la reforma al Poder Judicial: en una ocasión dijo que le parecía bien; una semana después dijo que iba a ser muy malo para México”.
Y fue exhibido un video del noticiero de Francisco Zea en el que se ve a Salazar en abril de este año en el que habla de lo que ellos han hecho en México, como los casos de Rafael Caro Quintero, Ovidio Guzmán y el Nini, además de investigaciones en otros temas que hacían con la fiscalía y otras dependencias mexicanas.
Tras mostrar ese video y una nota periodística, Sheinbaum cuestionó: “Entonces, ¿cuál declaración escuchamos: la de ayer o la de hace unos meses? Ese es primer tema, porque tiene que haber consecuencia, tiene que haber lógica en las declaraciones que hace uno: no puede uno declarar primero una cosa y luego declarar otra”.
Después, se refirió a la coordinación entre México y Estados Unidos, y dijo que los presidentes Joe Biden y López Obrador sostuvieron un diálogo de alto nivel, el Diálogo Bicentenario en temas de seguridad y migración, por ejemplo.
“Hay coordinación y va a seguir habiendo coordinación, porque es muy importante, porque tenemos una frontera común”, dijo la presidenta, y dijo que ello no implica subordinación porque “México es un país libre, independiente, soberano”.
Recordó que ya la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió una nota diplomática de extrañamiento a la Embajada de Estados Unidos, pero resalto “esta disparidad de declaraciones de la misma persona, y, por otro lado, la coordinación, más no la subordinación”.
Sin embargo, un día antes Salazar había hablado no sólo de la coordinación, sino de otros temas: la ineficacia de la política de seguridad de López Obrador, de los insuficientes recursos dedicados a la seguridad (incluso mencionó que el tabasqueño rechazó un apoyo de 32 millones de dólares de Estados Unidos), de la falta de realidad de las estadísticas que el gobierno presenta en la materia y de la gravedad del problema de inseguridad en México. Pero a todo ello prefirió no referirse Sheinbaum.
Salazar hasta habló bien de los programas sociales como estrategia de prevención y de la inversión que en seguridad hizo Sheinbaum en la Ciudad de México, así como de su esperanza de que haga lo mismo a nivel nacional. Pero la presidenta no comentó nada al respecto.
Por su parte, con su desfachatez acostumbrada el senador José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, a punto de ingresar a una reunión en Palacio Nacional, prácticamente clonó las expresiones de Sheinbaum: “El embajador así es: un día dice una cosa y al otro dice otra”.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado añadió que las declaraciones de Salazar son a destiempo ya que debió hacerlas cuando el macuspano era presidente y le podía responder, lo que calificó como “un rasgo de poco valor civil”.
Remató al desearle a Salazar buen regreso a su país.