Gabriel Quadri de la Torre fue fustigado severamente por la presidenta Claudia Sheinbaum ya que, después de haber criticado las pensiones a personas mayores, se presentó a tramitar la suya en días pasados. El ambientalista denunció acoso oficial y alegó que paga sus impuestos, que es su derecho y que es ético.
El pasado jueves circuló en redes sociales una fotografía en la que se ve al especialista en medio ambiente en un módulo para tramitar su pensión para adultos mayores, uno de los principales programas sociales de los gobierno de Morena. Ataviado con una especie de sudadera verde y con una gorra gris, al exdiputado por el PAN, se le ve sentado aguardando la atención, y al fondo se ve una manta del Gobierno de México con la leyenda “¡Llegamos todas!”.
Ello dio munición suficiente a Sheinbaum para atacar no sólo al ambientalista, sino también… ¡al INAI! Preguntada por una periodista oficialista sobre el asunto, la mandataria prefirió comentar ello después de otra pregunta a modo sobre el agonizante organismo autónomo.
En efecto, preguntada sobre la corrupción en el INAI, Sheinbaum dijo que “hay mucha falsedad, hipocresía”, y también “simulación”. Para ilustrarlo utilizó el caso de… Quadri de la Torre, que muy poco o francamente nada tiene que ver con el instituto de marras.
En la pantalla del salón de Palacio Nacional fueron proyectados y leídos por la presidenta un par de tuits de Quadri de la Torre; el primero, del 21 de octubre de este año (“¡apenas!”, exclamó Sheinbaum): “En México, las pensiones a adultos mayores son insostenibles (especialmente las pensiones no contributivas) por el envejecimiento de la población, una proporción menor entre trabajadores formales y adultos mayores, informalidad, baja recaudación fiscal, y una mayor esperanza de vida. En los próximos años reventará fiscalmente…”.
Segundo tuit de Quadri de la Torre: “Las pensiones a adultos mayores son una bomba de tiempo que López está dejando a los siguientes gobiernos, sin un mecanismo sostenible de financiamiento”.
Ya puesta la oportunidad en bandeja de plata, Sheinbaum se sirvió: “Bueno, si fuera consecuente, pues no iría por su pensión, ¿verdad? Pero en las redes ayer salió”. Mientras se exhibía en la pantalla la imagen de Quadri de la Torres antes referida, la presidenta remató a placer: “Ahí está, inscribiéndose a la pensión de adulto mayor. Pues ¿cómo? Lo primero es la consecuencia, ¿no?”.
Y la promotora de la defensa del medio ambiente que, al mismo tiempo, ha respaldado y sostenido una política energética muy contaminante, la misma persona que en un debate presidencial dijo que era mentira que tuviera familiares en los Panamá Papers para días después aceptarlo, afirmó que lo que sucede con Quadri es lo mismo con el INAI: “Mucha simulación y muy poca congruencia”.
Horas después el especialista en temas ambientales respondió a Sheinbaum, pero sin mencionarla: afirmó que es “objeto de acoso oficial por inscribirme para recibir un subsidio (pensión) a la cual tengo éticamente derecho dado que lo pago con mis impuestos. No lo había hecho antes ya que era Diputado Federal y no lo consideraba correcto”.
Añadió que está en contra de los subsidios generalizados, y arremetió: “Vergonzoso es que el gobierno privatice el gasto público para comprar votos, que atropelle la privacidad de los ciudadanos en instalaciones oficiales (lo cual es un delito), y que desde lo más alto de un poder ya ostensiblemente dictatorial se siga agrediendo a opositores sólo por ejercer un derecho…”.
Pero Quadri de la Torre ya no hizo referencias a la bomba de tiempo insostenible.
