El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en que su relación con el Poder Judicial es buena y que al menos de su parte, no existe un ánimo de confrontación con sus integrantes, sino diferencias normales respecto a ciertos temas, a las que les puede dar salida de manera institucional.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario expuso que su asistencia al informe de labores del presidente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), es la muestra de una convivencia civilizada; reiteró que su gobierno es respetuoso de la división de poderes y ante la actual discrepancia que hay sobre el tema de los salarios, se dirimirán con argumentos, pero siempre de manera cordial. Dijo no tener ningún problema de conciencia sobre lo que muchos ven como un enfrentamiento entre dos poderes.
Cuestionado sobre la agresión hacia un empleado del Poder Judicial, López Obrador se limitó a hacer un llamado para que todas las inconformidades se expresen de manera pacífica; se dijo partidario de la no violencia y del respeto al adversario.
“Que no se agreda a nadie, que no se humille a nadie, que podamos debatir, eso sí, de manera respetuosa. A mí no me gustan esas protestas violentas, nosotros siempre hemos protestado de manera pacífica y somos partidarios de la no violencia. No es ese el camino para el diferendo que hay sobre los sueldos. Hay instancias y que ellas resuelvan lo que corresponde”, apuntó.
Según el titular del Ejecutivo, ya se acabaron los tiempos en que los otros poderes estaban sometidos al Presidente de la República, sin embargo, elogió al Poder Legislativo por el esfuerzo de austeridad que han hecho y que implica una reducción del 30% en términos reales, algo que deberían presumir, pero no lo hacen, lo cual – dice- es señal de la nueva etapa que se vive en el país.
Sugirió que si los tres poderes trabajan juntos y en armonía, se podrá lograr “un cambio nunca antes visto”. Desde su perspectiva, el pueblo ya despertó por completo y está cada vez más “consciente y politizado” y sabe lo que quiere. “Es una bendición esto”, enfatizó.
El presidente evadió pronunciarse abiertamente cuando se le preguntó respecto a que la información periodística que da cuenta de que el gobernador saliente de Chiapas, Manuel Velasco, se asignó escoltas para 15 años. Dijo que es un asunto que corresponde al gobierno libre y soberano de la entidad, pero que de ser cierto, él siempre estará en contra de los privilegios.
Insistió en que su gobierno no interviene en los otros poderes, ni tampoco en las decisiones de los gobiernos locales ni en la vida interna de las instituciones; sólo se mantendrá observante que se conduzcan conforme a la ley.
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