Convento de San Francisco de Asís
Puebla, Puebla
– Toponimia
La versión es que Puebla viene del verbo “poblar”. Los españoles decian “vamos a hacer la puebla” cuando se referían a poblar un lugar y así le quedó el nombre a la ciudad.
– Historia
Ciudad
El 16 de abril de 1531 se funda Puebla de los Ángeles y es la única ciudad de la Nueva España concebida como una “república de agricultores españoles”. Entonces se buscan tierras libres. El propósito original pronto queda atrás y finalmente ocurre el repartimiento de indios. En el siglo XVI pasó de ser una modesta villa de españoles a una ciudad de privilegios cuya traza mostraba una clara división social.
La ubicación de la ciudad le posibilita contar con mano de obra indígena procedente de las vecinas Tlaxcala, Cholula, Huejotzingo y Calpan. Y también con abundantes recursos naturales que permite el desarrollo de una economía fuerte que muy pronto hace que Puebla se convierta en la segunda ciudad de la Nueva España. Esto se nota, entre otras cosas, en las manifestaciones de la arquitectura y de las artes.
Convento
Es una fundación de la Orden de san Francisco de la Provincia del Santo Evangelio. En 1530, fray Toribio de Benavente, Motolinia, inicia la construcción del primer establecimiento que se ubica donde ahora está el templo de la Concordia. En 1535 se inicia la construcción que hora se ve y es el propio Motolinia quien coloca la primera piedra. En 1551 por el principio de pobreza se detiene la construcción del convento. En 1558 no estaba terminado y no se había iniciado la construcción de la iglesia. Entre 1567 y 1570 fray Miguel Navarro, el catorce provincial, es quien la termina. En ese entonces lo habitan 16 frailes y cuatro novicios. En 1585, el visitador Ponce escribe:
“Nuestro convento es guardianía y casa de la comunidad de la vocación de nuestro P. San Francisco; moran en él muchos frailes porque siempre hay estudio de artes o de gramática; hay también enfermería en aquella casa y curarse en ella todos los religiosos de los conventos que caen en el obispado de Tlaxcala; los demás se van a curar a San Francisco de México. El convento está acabado con su iglesia, dos claustros bajos y otros dos altos, dormitorios y celdas; la huerta es pequeña, danse en ella muchos espárragos, mucha y buena hortaliza para la cual y para toda la casa tiene una fuente de agua muy buena que se reparte de suerte y que hay cuatro o cinco años.”
Descripción:
– Atrio
El conjunto está en alto con relación a la calle. El atrio es amplio y ahora no tiene barda. No se conserva el muro que cerraba el atrio.
– Capilla abierta
En el siglo XVI daba al atrio y después se integró como una capilla del templo. Es la capilla que se ve a mano izquierda de la iglesia.
– Iglesia
Exterior
La fachada fue construida entre 1743 y 1767 por el arquitecto español José Buitrago. Es abocinada de tres muros. Tiene 14 tableros de azulejo de talavera poblana con dibujos de jarrones con flores y dos más pequeños que representan a Dios Padre y a la Virgen Conquistadora. La torre, al lado izquierdo de la fachada, se construye entre 1730 y 1767. Tiene cuatro cuerpos y 63 metros de alto. El primero está a la altura de la fachada y es de mampostería y los otros tres de cantera.
La portada es de cantera y tiene tres cuerpos y el remate de una cornisa todos de estilo churrigueresco. El primero, el de abajo, tiene la puerta de madera con los escudos franciscanos. Está en medio de dos columnas estípite y en la parte de arriba una hornacina con la figura de San Antonio de Padua. En el segundo, en la parte media, hay una hornacina con la Virgen María de la Defensa y arriba de ella, al centro, un alto relieve representando los Estigmas o Llagas de san Francisco de Asís y a sus lados las esculturas de san Antonio y san Cristóbal.
En medio del segundo y el tercer cuerpo se encuentra un óculo cubierto con ónix o piedra de Tecali. En el tercer cuerpo hay una hornacina con san José y el niño Jesús y a su lado derecho está san Joaquín y al izquierdo santa Ana. La cornisa tiene una hornacina con la Virgen María y remata el conjunto la figura del arcángel san Miguel, el patrono de la Ciudad de Puebla.
La portada lateral de la izquierda (norte) es del siglo XVI. Es de estilo plateresco. Es la más antigua de la ciudad. Se compone de tres cuerpos: el primero, ofrece la puerta con arco adintelado y sus ángulos redondos con jambas y pilastras con relieves. El segundo, se desplanta sobre la cornisa del primero con dos pilastras que sostienen un cornisuelo y en el espacio central una hornacina profunda con una cruz de piedra. El tercero, viene a ser un alfiz, que cubre un frontón triangular muy agudo que cobija al escudo de Tlaxcala, que siguió siendo algún tiempo la designación de la diócesis aunque ya se había trasladado a Puebla.
Interior
Es de una sola nave. La estructura original es del siglo XVI y se construyó entre 1567 y 1570. En el siglo XVII el techo de vigas estilo mudéjar se sustituye por una bóveda con nervaduras estilo gótico. En la pared del lado derecho existe un gran cuadro que representa la genealogía franciscana, lo firma Cristóbal de Talavera de 1731. Hay también dos cuadros con mártires de José Luis de Berrueco que son de 1771.
El altar mayor de estilo neoclásico es obra del arquitecto, escultor y pintor José Manzo Jaramillo, se compone de columnas con fuste acanalado y capiteles corintios. En el centro, de tamaño natural, en madera tallada y policromada, un Cristo crucificado y arriba un medallón en relieve al óleo, las estigmas o llagas de san Francisco de Asís, ejecutado en el siglo XVIII, por el oaxaqueño Miguel Cabrera. En los colaterales dos vitrales emplomados dedicados a la hermandad: del lado izquierdo a santo Domingo de Guzmán y del lado derecho a san Francisco de Asís y también las esculturas de san José y la patrona de la Orden Franciscana, La Purísima Concepción.
De las capillas que tuvo la iglesia subsisten tres y dos pequeñas: Una dedicada a la Virgen de Fátima y otra externa sobre el ala izquierda del templo dedicada a la Virgen de la Macarena. La primera está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen de Guadalupe, con las esculturas de santo Domingo de Guzmán, san Francisco de Asís, el papa san Pío V y el papa Pío VI. El estilo de este retablo es el barroco salomónico.
La segunda fue la capilla abierta que miraba al atrio. Después se llamó de san Juan y actualmente está dedicada a la Divina Providencia y a san Francisco de Asís. La tercera es una capilla de una nave con crucero, bóvedas de cañón y cúpula. En esta capilla se conserva el cuerpo del beato Sebastián de Aparicio y también en ella, la famosa imagen de la Virgen de la Conquista o Conquistadora. El retablo es de estilo churrigueresco, y en él se encuentran las imágenes de san Joaquín y santa Ana, de san José y la Virgen María, además dos pinturas, una dedicada al beato Sebastián de Aparicio y la otra a san Francisco de Asís.
El coro es obra del español Francisco Becerra y es después de 1573 cuando llega a la Nueva España. La sillería se compone de 79 sillones fraileros al estilo rococó; 45 en la parte superior y 34 en la parte inferior en madera de cedro. En el centro del coro se encuentra un facistol para los libros de los cantos gregorianos.
– Portal de peregrinos
Es la entrada al convento y está a mano derecha de la iglesia. Tiene siete arcos de medio punto en cantera. Pienso pueden ser de finales del siglo XVI.
– Convento
En 1585 tenía claustro bajo y alto. Ahora aquí hay una escuela.
– Comentario
Desde 1535, cuando inicia su construcción, el conjunto ha vivido constantes transformaciones. Entre 1743 y 1767 adquirió la fisonomía exterior que ahora tiene y en el siglo XIX la del interior de la iglesia. Del edificio original del siglo XVI quedan muy pocos elementos. La capilla dedicada al beato Sebastián de Aparicio es interesante y también la devoción que despierta en la gente.
Es un conjunto, iglesia y convento, que a lo largo de los siglos ha tenido muchas modificaciones. Desde el inicio de su construcción en 1535 hasta por lo menos 1767. Ya no tiene el sabor y la fuerza de los conventos del XVI y tiene la forma de una iglesia grande del siglo XVIII.
Bibliografía
- Kubler, George, Arquitectura mexicana del siglo XVI, FCE, México, 1982.
- Notas de mis vistas.