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viernes 11 octubre 2024

Convento de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, Azcapotzalco, Ciudad de México

por Rubén Aguilar Valenzuela

Toponimia

Azcapotzalco proviene del náhuatl azcaputzalli, “hormiguero”, y co, locativo, que se traduce como “en el hormiguero”. En otra versión viene del náhuatl askatl, hormiga, potsalli, montíulco, y el locativo co, que se traduce como “en los montes de hormigas”.

Historia

Siglo XVI

La Orden de Predicadores (OP) se establece en la antigua ciudad de Azcapotzalco entre 1528 y 1529. En esta época se edifica un claustro y una iglesia pequeña. Después se toma la decisión de la construcción del conjunto conventual, que inicia en 1565. Es obra de fray Lorenzo de la Asunción, que llega a la Nueva España en 1554, se retira en 1583 y muere en 1607. Aquí vivió y murió. Construye también los conventos de Tacubaya y Yautepec.

Levanta el conjunto desde sus cimientos. En esa época del mismo se dice: “Con no ser muy sumptuoso ni grande es el mexor en traça, pulicia y buenas poporciones en todo que hasta entnces havía en estas tierras, y de alli se tomó la traça para otros muchos que despues aca se edificaron, pero ninguno ha salido mejor que él, porque en todo lo baxo y alto no hay cosa perdida” (Kubler).

Al inicio del siglo XVII, el cronista Franco y Ortega dice que fray Lorenzo hizo esta edificación “con la mayor proporción y traza para la vida monástica que hasta sus tiempos se habrán visto, y así en muchos capítulos provinciales se mandó que los conventos que se edificasen de allí en adelante siguiesen la misma proporción y disposición de arquitectura que tiene el de Azcapotzalco, por ser convento recogido y capaz para la vivienda de los religiosos”.

Siglo XVII

En 1653, un fuerte sismo derribó gran parte de la iglesia que debe de ser reedificada. En 1702 se consagra. En 1654, una de las campanas de la parroquia fue donada por el pueblo de Azcapotzalco a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Siglo XVIII

A principios de siglo XVIII, la Nueva España gozaba de un crecimiento económico, que también vivía Azcapotzalco. El pueblo, que seguía siendo “República de indios”, con un gobernador propio, se dedicaba a la producción de bronce. En esta época se hacen mejoras al conjunto, como la fachada-portada de la iglesia y el actual atrio. Se amplía la sacristía y se termina la Capilla del Rosario, que se decora con retablos churriguerescos (1720).

Siglo XIX

El 19 de agosto de 1821, en el atrio se libra la Batalla de Azcapotzalco, última antes de la Independencia de México, con Anastasio Bustamante al mando del Ejército Trigarante.

Siglo XX

En 1914 el convento se ocupa como cuartel y en 1929 como escuela. En 1932, la iglesia y el convento son declarados Monumentos Nacionales. En 2019 deja de ser parroquia, para convertirse en la catedral de la nueva diócesis.

Descripción

Atrio

La entrada principal es por la avenida Azcapotzalco frente al Jardín Hidalgo. Son tres arcos de medio punto; el del centro es más alto. En la parte superior de cada uno se conservan pedestales que alguna vez sostuvieron las imágenes en piedra de santo Tomás de Aquino, san Pedro Mártir y santo Domingo de Guzmán. Tenían una inscripción que decía: “Nosotros predicamos a Jesucristo crucificado. Lució éste como sol en la casa del Señor. Temed a Dios y dadle el honor debido”.

El atrio en dos de sus lados tiene barda de arcos invertidos. La primera fotografía es por la parte que da a la calle y la siguiente al interior. Entre los arcos, hornacinas que formaban parte de las estaciones del Vía Crucis.

El atrio, como aquí se ve, es de dimensiones muy grandes. La planta original está dividida en dos; a la entrada, a mano izquierda, está el atrio que se ve en la fotografía, y a mano derecha se encuentra una construcción del siglo XIX, que ahora es la Casa de la Cultura.

Por la calle Tepanecos existe otra entrada. Tiene también tres arcos de medio punto sobre los cuales existen inscripciones y una imagen de la Virgen de Guadalupe labrada en piedra. En el siglo XIX en el atrio fueron sepultados los caídos durante la Batalla de Azcapotzalco.

Capilla posa/Capilla del Señor de la Vida

Se encuentra en la esquina norte del atrio. Es una de las cuatro capillas posas que existieron en el siglo XVI. La fachada-portada es muy sencilla. Tiene dos cuerpos. En el primero un arco de medio punto. No tiene ninguna ornamentación. En el segundo un campanario con remates de pedestal, coronado por una cruz.

En el interior, un altar labrado en tezontle rojo con una imagen de Cristo Crucificado. Entre los fieles tiene fama de ser muy milagrosa. Un cuadro de san Miguel Arcángel que vence al Demonio y salva almas. Esculturas de Cristo en la Vía Dolorosa; Virgen Dolorosa; san Juan; la Virgen de Guadalupe y santa Ana.

Vestigio de lo que fue la tercera capilla posa. Está al cruzar los arcos del pórtico que dan entrada al atrio

Portal de peregrinos

Está a mano derecha de la iglesia. Tiene tres arcos de medio punto que se sostienen en dos columnas y en dos repisas. El del centro es ligeramente más ancho y alto que los dos laterales. Todo en piedra gris. Los arcos dan entrada a un espacio previo a la puerta del convento.

Iglesia

Exterior

La fachada-portada es barroca y está labrada en andesita rosa de Tenayuca. Tiene dos cuerpos. El primero con tres calles. En la central un arco de medio punto. En la parte superior del mismo un escudo labrado en piedra. Las calles laterales tienen dos columnas adosadas y asentadas en pedestales. En medio de ellas nichos que debieron de albergar las imágenes de los apóstoles Felipe y Santiago.

En el segundo cuerpo al centro la ventana del coro. Es de forma cruciforme. En los extremos dos columnas adosadas que se sostienen en pedestales. Sobre la ventana el escudo de la OP. El remate es mixtilíneo.

La torre tiene tres cuerpos. El primero es el sostén y está integrado en la fachada. Hay un saliente; se ve la figura labrada en piedra y yeso de una hormiga roja, símbolo de Azcapotzalco. El segundo cuerpo tiene, en cada uno de sus cuatro costados, arcos de medio punto rebajados y alargados. Lo mismo se repite en el tercer cuerpo, que es de menor dimensión. El remate es una pequeña cúpula que sostiene una cruz.

Interior

La planta es de una sola nave. La bóveda del techo se sostiene en arcos y pilastras adosadas a las paredes. La cúpula es octagonal con cuatro pechinas sostenidas por arcos. Al centro una linternilla. Tiene ocho ventanas, que ahora son de diseño moderno con vidrio soplado de color ámbar. Se asemejan a los de la Catedral Metropolitana, diseño de Matías Goeritz.

 

El altar mayor es neoclásico y está labrado en cantera. La forma es la de un retablo. Tiene dos cuerpos con columnas y pilastras de capiteles jónicos, cubiertas con láminas doradas. En el primero, con tres calles, al centro el retablo y en los laterales nichos con las imágenes de los apóstoles Felipe y Santiago el Menor.

En el segundo, formado por un frontón semicircular, al centro un nicho con la imagen de la Virgen del Rosario con el niño, y a sus costados, Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. Y las de San Pedro y San Pablo. Todas las imágenes rodeando a Cristo en la Cruz.

En la pared derecha de la nave central está un altar churrigueresco dedicado a Santa Rosa de Lima. Cuenta con 16 pinturas y dos esculturas enmarcadas en columnas salomónicas. El conjunto es de 1681 y se atribuye a Cristóbal de Villalpando. En la iglesia hay también pinturas de Pedro Ramírez, que pertenecieron a un altar barroco que ya no existe.

Capilla de la Virgen del Rosario 

Se encuentra en el costado norte de la parroquia. Es a mano izquierda si se ve el altar de frente.

Historia

Es una construcción de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Se termina en 1720. La Orden de Frailes Menores desde su fundación han difundido la devoción a la Virgen del Rosario. Se cuenta la historia de que, al fundador de la Orden, Santo Domingo de Guzmán, se le apareció la Virgen, quien le entregó un rosario y le pidió que a los demás se los enseñara a rezar y lo difundiera.

Exterior

Desde la iglesia se accede por una escalinata donde está una portada labrada en cantera con un arco de medio punto sobre el cual se aprecia un alto relieve que representa a la Virgen María, que entrega el rosario a santo Domingo de Guzmán; le acompaña san Francisco de Asís.

Entrada a la capilla

Interior

La planta de la capilla es de cruz latina. En el crucero una cúpula octagonal con ocho ventanas. En las pechinas imágenes de los evangelistas.

En el interior hay cuatro altares del barroco churrigueresco cubiertos de lámina de oro.  En las paredes de la capilla hay dos y el tercero está en el brazo izquierdo de la cruz latina. Los altares están dedicados a:

Santa Ana. Hay cuadros de Juan Correa fechados en 1738. Tiene dos cuerpos. En el primero al centro, en un nicho, está la imagen de Santa Ana. A los lados cuadros con escenas del nacimiento de la Virgen María y la Virgen Niña. Cuadros de los padres de la Iglesia: san Jerónimo, san Gregorio Magno, san Agustín y santo Tomás de Aquino. Se encuentran también imágenes de santa Ana, la Virgen María y san Roque. En las bazas de las pilastras se labraron imágenes de pelícanos. En el segundo cuerpo cuadros que representan: la Asunción de la Virgen al cielo; la Anunciación por el arcángel Gabriel y la Visitación a la Virgen de su prima santa Isabel.

San José. Dedicado en 1738. Tiene dos cuerpos. En el primero se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen, ahí donde debería estar la de San José. A los lados las imágenes de san Juan Bautista y san Gabriel. En la parte baja una pintura de la vida de san José y la Virgen, e imágenes de san Pedro y san Pablo. En el segundo una pintura de san José y el niño Jesús, con ángeles y la Santísima Trinidad. A los costados cuadros de santa Teresa de Ávila y santa Ana con jóvenes nativos de Azcapotzalco.

Virgen de Guadalupe. El estilo es posterior al barroco churrigueresco. Es el que se conoce como barroco anástilo, que se caracteriza por no tener columnas. Se encuentran medallones con las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego. Hay imágenes de san Miguel, san Joaquín y santa Ana. Corona el retablo una escultura de un arcángel de alas coloreadas.

Altar mayor. Dedicado a la Virgen del Rosario. Se elabora entre 1770 y 1779. Hay cuadros de Nicolás Rodríguez Juárez. Al centro del retablo una vitrina con la imagen de la Virgen del Rosario. A los costados sus padres, san Joaquín y santa Ana. También las imágenes de san Zacarías y santa Isabel. Sobre el camarín de la Virgen, el Señor san José y el Niño Jesús. A los costados, san Pedro y san Pablo, san Juan Evangelista y san Juan Bautista. El remate del altar es la imagen de san Miguel Arcángel. Los pequeños cuadros pintados a manera de medallones representan los misterios gozosos y los dolorosos del rosario. Llaman la atención los retablos esquineros que están fuera del presbiterio y lo enmarcan.

Altar mayor

La capilla tiene una entrada exterior, que está en la mano izquierda de la iglesia si se está frente a ella. Tiene un atrio bardeado, que está dentro del atrio más grande. La fachada-portada barroca tiene tres cuerpos: En el primero, dos pilastras enmarcan la puerta de entrada, formada por un arco y un friso decorado; en el segundo una hornacina con la imagen de la Virgen del Rosario, y remates de pedestal a los costados y una cruz. Corona la fachada una espadaña con remates de pedestal.

Capilla de la Tercera Orden

Se ubica al costado sur de la parroquia entre la nave de iglesia y la antesacristía. Es de una sola nave. La viguería de madera fue sustituida por una de concreto. Es posible que en el siglo XVI, que aquí estuviera la primera capilla que levantaron los franciscanos, antes de que llegaran los dominicos. La actual fachada-portada es del siglo XVIII. En la antesacristía, antes de la entrada a la capilla, existen pinturas murales.

El altar mayor es neoclásico. Tiene un ciprés con la imagen de Nuestra Señora de la Luz. Hay también imágenes de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. En la nave destacan la escultura de un Ecce Homo y un entierro de Jesús. En la Revolución mexicana el Ejército Constitucionalistas la utilizó como cuartel. Destruyeron los retablos que todavía existían.

Entierro

 

Rostro de Jesús

Convento

La planta es cuadrada. Tiene claustro alto y bajo forma. En ellos cuatro arcos de medio punto rebajados que se sostiene en columnas con capiteles toscanos. Arcos y columnas son de cantera. Los arcos y columnas del claustro alto son de menor dimensión que las del bajo. En el primero hay un muro de protección en los cuatro costados. Actúa como un barandal.

En el claustro bajo, en cada una de las cuatro esquinas, existen hornacinas labradas en piedra y decoradas con rosetones como el que aquí se ve. En ellas hay imágenes como la que se observan en las dos fotografías anteriores. Las hornacinas son obras del siglo XVII.

Los techos del claustro bajo son de madera y hay artesonados mudéjar.

Pinturas murales

Mural en la portería

Hay pinturas murales en la portería, en los dos claustros y en la antesacristía.

Antesacristía

Comentario

Impresiona que dentro de la Ciudad de México el convento de Azcapotzalco haya podido resistir el embate de las Leyes de Reforma y las de la modernidad arquitectónica. Se conserva muy buena parte del atrio, la estructura original del convento, los murales, los artesonados mudéjar y los altares barrocos del siglo XVIII. El altar mayor que debió también ser barroco ya no existe.

El claustro es muy bello. La proporción y el tratamiento de los arcos de los dos niveles con sus columnas toscanas. Las repisas o ménsulas donde se sostiene los arcos interiores. Los techos de madera y la belleza de los artesonados mudéjar.

De la nave de la iglesia a la antesacristía y luego al claustro

La capilla de Nuestra Señora del Rosario es una gran obra del barroco churrigueresco. Son cuatros altares de muy buena factura y gran calidad artística. Los esquineros del altar mayor son únicos. El altar barroco churrigueresco de la nave es también muy bueno. El conjunto de las pinturas.

Se han conservado una cantidad importante de murales. Se ven que algunos años atrás fueron intervenidos. No es un buen trabajo. Se requiere una restauración muy profesional y cuidadosa, que los devuelva a su estado original. De la visita me quedo con muchas preguntas. Voy a seguir leyendo y visitando el conjunto conventual.

Visitas

A principios de los años setenta estuve aquí, pero ya no me acordaba de nada. La visita de 2022 (febrero) fue como una primera.

Fuentes consultadas

Kubler, George, Arquitectura mexicana del siglo XVI, FCE, México, 1983.


Twitter: @RubenAguilar

Autor

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