El crimen de Estado del pasado 27 de marzo en la cárcel en Ciudad Juárez, administrada por el Instituto Nacional de Migración (INM), da un giro inesperado
Hasta ahora han muerto 40 de los migrantes prisioneros del INM, y el número todavía puede elevarse porque siguen hospitalizados más de una veintena de estos.
Este 11 de abril, el director de la institución, Francisco Garduño Yáñez (75), desde hace 30 años colaborador directo de López Obrador, ha sido procesado penalmente por la FGR.
Al inicio del gobierno, el presidente lo nombra comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, el sistema carcelario nacional, para luego hacerlo director del INM tras la renuncia de Tonatiuh Guillén en junio de 2019.
Ya en el cargo, Garduño Yáñez, siguiendo el ejemplo del presidente, inició la militarización de la institución. En 18 estados el delegado del INM es un militar.
La FGR lo acusa, junto con otras cinco personas, del asesinato de 40 migrantes y de las lesiones que sufrieron 25 de estos. Argumenta, que no cumplió con su responsabilidad de proteger y dar seguridad a los migrantes, situación que propició el delito.
Se le acusa también de no haber capacitado al personal, y de no haber aplicado políticas de seguimiento y control a su trabajo.
Y de haber adjudicado contratos directos, omitiendo la obligación de las licitaciones públicas, práctica, por otro lado, que ha sido común en este gobierno.
La FGR, añade que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en diversas ocasiones señaló faltas y omisiones al INM que nunca fueron tomadas en cuenta, lo que indica un patrón de irresponsabilidad.
Por lo pronto ya se giró orden de aprehensión en su contra y otras cinco personas también acusadas de los crímenes en contra de los migrantes, que eran tratados como prisioneros.
Después de la tragedia del 27 de marzo, Garduño Yáñez no hizo ninguna declaración. Permaneció en silencio. Lo más probable en seguimiento a instrucciones que recibió de sus superiores.
Al día siguiente de la tragedia, el presidente en su comparecencia mañanera, minimizó los hechos y culpó a los migrantes de lo sucedido y salió en defensa del responsable del INM.
Cuando han pasado dos semanas de la tragedia al parecer la estrategia de Palacio Nacional cambió y a esto se debe que la FGR ahora actúe de manera directa contra Garduño Yánez.
Dos cosas pudieron haber pasado; que la evidencia de la falta de responsabilidad y profesionalismo del amigo y colaborador del presidente son de tal magnitud que decidió se procediera como ahora se hace.
Y también, no es excluyente, que la presión de los gobiernos de los países de origen de los migrantes asesinados por el INM y la demanda de la ONU, de que se realice una investigación imparcial independiente, obligaron al presidente a cambiar de estrategia.
El caso va a seguir y en los próximos días se podrá ver si hay una real voluntad de llevar a los criminales a la cárcel o solo se trata de una estrategia política y comunicacional, de control de daños.
Twitter: @RubenAguilar
