La evidencia del maximato

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Mientras en la propaganda se niega la existencia de todo problema grave, la realidad del país es peor, no deja de empeorar, seguirá empeorando, el bienestar duradero sólo es ilusión, la democracia puede darse por muerta, está en espera de su entierro, y el maximato de AMLO sigue comprobándose. Sobre éste, la misma realidad ha producido una evidencia más: lo ocurrido el domingo 9 de marzo en el zócalo capitalino. Así, hoy tenemos cuando menos 8 piezas de evidencia sobre el maximato mexicano de este siglo, con lo que quiero decir sólo evidencias mayores:

  1. La aprobación de la simuladora y perniciosa reforma judicial. Es una reforma de AMLO, deseada por él, trazada por él, ejecutada por él a través del congreso obradorizado, y aprobada por ese congreso cuando Sheinbaum ya era presidenta, esto es, aprobada con la aceptación y ayuda obradorista de la presidenta. Sheinbaum era entonces y es ahora una presidenta menos poderosa que AMLO, quien era y sigue siendo el jefe máximo de Morena: maximato.
  2. La reelección de Rosario Piedra como presidenta de la “comisión nacional de derechos humanos”, la descompuesta “CNDH”. Piedra fue electa para esa posición directamente por López Obrador y fue reelecta indirectamente por López Obrador también. La primera vez, AMLO decidió como presidente de México, y el congreso tramitó; la segunda, decidió como ex presidente, y el congreso volvió a cumplir con el trámite. Piedra se quedó en la comisión a pesar de que la ya presidenta legal Sheinbaum no quería esa reelección y lo dio a entender. Pero no podía evitarlo. No se hizo lo que ella quería sino lo que quería AMLO. Presidenta de México formal, Sheinbaum, o más formal que real; en consecuencia, la Piedra obradorista es aún presidenta obradorista de la ex CNDH que se obradorizó. El obradorismo no es claudismo.
  3. El regreso de Rafael Marín Mollinedo al control de las aduanas. Uno de los grandes nodos político-financieros. Un lugar clave para la corrupción y la operación electoral de tipo Morena. A ese lugar regresó Marín Mollinedo por ser amloísta y confiable pariente de Nicolás Mollinedo, “Nico” el ex chofer de AMLO, quien es uno de sus operadores político-financieros. La presidenta Sheinbaum no pudo colocar en esa posición a otra persona, tuvo que dejarla en manos de uno de los grupos más cercanos al ex presidente. Y es que el  formalmente ex presidente es también copresidente actual, informal pero realmente el copresidente de México. El maximato es un tipo de diarquía.
  4. Este punto cuatro es fundamental para “la cuarta” del presente y del futuro perseguido. No es otra cosa que el nombramiento de “Andy”, Andrés junior, como secretario de Organización del partido oficial. El partido obradorista, literalmente, es aún el partido de López Obrador. El junior no es independiente, es el representante de su papá en Morena. Su representante y delegado. “Andy” persigue sus propios intereses en el partido, y hacia fuera del mismo, pero lo hace con la autorización del verdadero jefe, y sobre todo actúa desde la secretaría de Organización como vigilante y protector in situ de los intereses de ese jefe, AMLO, que incluyen el futuro de su hijo favorito. El encargo andiano incluye el control sobre Luisa María Alcalde, la presidenta igualmente formal pero no completamente real de Morena. El presidente real del partido es López Obrador, Andrés Manuel, y su delegado ejecutivo es López Obrador, “Andy”, en tanto Alcalde es la delegada/asistente ejecutiva de los dos –muy feminista todo, como se ve.
  5. La función de dos ex “corcholatas”, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, como contrapesos no democráticos a Sheinbaum. Es la traducción de sus cargos como coordinadores oficialistas en las cámaras del congreso. Ni uno ni el otro son claudistas, son aliados de López Obrador; su alianza significa que son sus operadores legislativos mientras tengan que serlo, en primer lugar, así como los operadores de sus propios intereses, en segundo, y de los del partido en cooperación con Sheinbaum, en tercero. De nuevo: son colaboradores operativos del copresidente y frenos congresionales a la copresidenta.
  6. No sólo son Adán y Monreal: también son algún tipo de operadores obradoristas más de la mitad de los miembros del gabinete “de” la presidenta Sheinbaum. Sí: más de la mitad siguen siendo operadores políticos y administrativos de AMLO. Revisen las trayectorias, pongan atención a los desempeños actuales, hagan las cuentas, abandonen la ingenuidad. El gobierno de Sheinbaum no ha llegado a ser el gobierno sólo de ella. No aún.
  7. Si ya teníamos como evidencias de maximato a la reforma judicial –una de las primeras y peores- y la acción del par Monreal-Adán, ambos nos dieron otro ejemplo de amloísmo y egoísmo estratégicos, no de claudismo de ninguna clase, con la muy reciente alteración de la propuesta “antinepotismo” enviada por Sheinbaum al congreso. Alteración y, por tanto, rechazo de la propuesta original. La presidenta quería que se aprobara lo que ella envío, sin cambios (como AMLO), y entrara en vigor en 2027, pero la mayoría obradorista controlada por aquellos agentes de AMLO y de sí mismos no hizo lo que Sheinbaum quería sino lo que a ellos (AMLO, Monreal y Adán) les convenía: alteraron la propuesta para que entrara en vigor hasta 2030, año en que termina el periodo presidencial de Sheinbaum, y hasta entonces la aprobaron… El partido “verde” fue la ficha que se movió en el tablero obradorista para iniciar el desbaratamiento de la débil jugada claudista. Y la desbarataron. El intento de la presidenta por ganar un poco de espacio, quitándoselo a otros obradoristas, terminó en fracaso. Porque existe el maximato de AMLO. Si no existiera el maximato, existiría la ley que quería Sheinbaum. Pero esa ley no existe. Si existiera, quizá existiría Sheinbaum como una de las presidentas más poderosas del mundo, pero esto tampoco existe. Andrea Chávez es una pequeña grilla que quiere crecer y para eso grilla como lo sabe hacer, usando la boca sobre las apariencias, diciendo todo lo que le conviene decir según las horas de los días.
  8. Llegamos al final y al principio del texto: este 9 de marzo, lo que iba a ser show patriotero por los aranceles trumpistas y se suponía que iba a transformarse en “asamblea informativa”/show presidencialista, se retransformó de hecho en mensaje político del maximato: los referidos aliados de López Obrador, es decir, Adán, Monreal y el partido “Verde” con cara de Velasco, demostraron en qué y dónde están concentrados, con quién están principalmente y para qué, quién les importa más para sus carreras políticas, cuáles intereses son prioritarios, por quién se preocupan sobre todo y por qué: demostraron, como si hiciera falta, quién tiene más poder que Sheinbaum y quién buscan ellos y el del mayor poder –AMLO- que lo herede en unos años para satisfacer todos los intereses que no son los claudistas. El video que resume la evidencia en una imagen de casi ninguneo, no de subordinación a la presidenta, es un documento contundente. Es un documento histórico de la psicología política subjetiva y objetiva. Prefieren a “Andy” sobre Sheinbaum porque prefieren a López Obrador como líder último y árbitro interno. Por eso la actitud posterior del junior fue de junior, confiado y soberbio, y la de los demás fue de hipócritas, de grillos hipócritas.

Claudia Sheinbaum es la titular del poder Ejecutivo federal mexicano de acuerdo con la ley pero no es ni una de las presidentas más poderosas del mundo ni la persona con más poder político en México. No es nuestra presidenta por entero. No es ella la líder de su partido, el partido oficial. Hay un personaje que gobierna sin ninguna ley, atrás y por encima de Sheinbaum, controlando a Morena: Andrés Manuel López Obrador. Hay evidencia, mucho más de dos piezas, y por eso hay prueba: el maximato de AMLO sobre Sheinbaum es real, su realidad no es la creencia caricaturesca de AMLO con 100% del poder y Claudia 0, es la realidad de un poder fáctico e individualizado en AMLO que es mayor al poder legal y práctico de Sheinbaum, no es algo idéntico al de Calles pero similar –al ser dos tipos de maximato-, y existe desde octubre desde 2024 hasta este día. Cuándo concluirá no lo sé, pero ha quedado probado que ese maximato está vigente; habrá existido, por lo menos, seis meses. Estos seis meses trágicos. Tal vez quedar bien y cada vez mejor con Trump le ayude a Sheinbaum a superarlo…

Extra: otras cosas sobre el tema son dichos apresurados y malabarismos catatónicos de gente que cree saber pero no sabe, que cree ser gran observadora pero está ciega por su obradorismo. Si usted no quiere ser como la grey de AMLO, lea, lea más y vuelva a leer.

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