El pasado 9 de mayo, medios de comunicación como El Universal, El Financiero, Aristegui Noticias, Proceso, Sin Embargo, Reforma, La Jornada y El País, entre otros difundieron un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, IISS por sus siglas en inglés, en el que se afirmaba que México era el segundo país más letal del mundo con 23 mil homicidios, sólo después de Siria con 50 mil durante 2016.
La Jornada tituló su nota: “El narcotráfico provocó 23 mil asesinatos en 2016”. En su nota, Sin Embargo aseguró lo siguiente: “El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) es una autoridad líder en el mundo de la seguridad global, el riesgo político y el conflicto militar. Fundada en 1958, el IISS promueve el desarrollo de políticas sólidas que aún más la paz mundial y la seguridad”.
Por lo que respecta a Proceso, en una nota firmada por Mathieu Tourliere, utilizó el citado informe como punto de partida para hacer un recuento de los diferentes conflictos de violencia que han ocurrido en el presente sexenio como Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato y Ayotzinapa, entre otros, para reafirmar lo que el estudio del IISS aseguraba.
El 10 de mayo, las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, emitieron un comunicado conjunto donde cuestionaron el contenido del informe al afirmar que carecía de un sustento técnico y además, equiparaba erróneamente un contexto de guerra con el de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y fuerzas del orden. Asimismo precisó que no todos los homicidios son atribuibles a esta problemática.
Los medios difusores del informe del IISS consignaron la respuesta del gobierno mexicano, no sin darle ciertos matices. La Jornada, por ejemplo, tituló su nota “Descalifica reporte del IISS sobre homicidios dolosos en México”. Proceso, tras citar los párrafos centrales del comunicado, recapitula el contenido del estudio de la organización británica.
En su artículo para el periódico Reforma, Carmen Aristegui señaló: “Si no le gusta al gobierno mexicano lo que dice el informe de los expertos internacionales, que nos explique entonces: ¿cuáles son las diferencias entre lo que ocurre en zonas de guerra y lo que pasó en México tan solo esta semana?” en alusión a los hechos de Palmarito.
Además, el 26 de mayo publicó nuevamente el reporte del IISS, desglosado con gráficos.
Este 23 de junio, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos emitió un comunicado de prensa en donde reconoce que cometió errores de metodología en su reporte difundido el 9 de mayo. “Nuestros investigadores están trabajando para rectificar esto y vamos a compartir los resultados en breve. Anticipamos que esto tendrá como resultado que el conflicto de México queda entre los diez más letales en el mundo, por las muertes estimadas atribuibles a conflictos armados", dice el documento.
Este boletín sólo ha sido difundido hasta el momento por la agencia Notimex y el periódico Excélsior, no así por los medios que publicaron el informe original. El reportero de Proceso, Arturo Rodríguez García, en su cuenta de Twitter, publicó “Ok. Entonces #Mexico nada más está como en el 5% más violento de los países del mundo”, como una justificación a la decisión editorial del semanario.
La situación de violencia que se vive en diferentes regiones de México es una realidad inobjetable, como también lo es la incompetencia de las autoridades federales y locales para reconocerla y enfrentarla. También es cierto que en varios casos, los encargados de combatir la delincuencia organizada forman parte de las redes de corrupción e impunidad que le permite funcionar. Y de ninguna manera, nos deberá consolar si finalmente resultara que estamos en el décimo lugar del ranking de países violentos.
Todo ello, sin embargo, no es excusa para que los medios de comunicación repliquen sin chistar cualquier reporte al respecto, sin verificar la información o realizar una investigación que confirme o refute lo que en ellos se diga. Los medios que el 9 de mayo difundieron el reporte del IISS lo hicieron para construir su narrativa de un Estado asesino y por la misma razón, hoy guardan silencio ante la aceptación de errores por parte de “los expertos internacionales”.