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sábado 28 septiembre 2024

Militarismo con hipocresía y nepotismo con maximato

por José Ramón López Rubí Calderón

O militarización obradorista con hipócritas militaristas y proyecto de maximato de AMLO con nepotismo y autoritarismo a la PRI (que de hecho era civil-militar).

I

En México existe militarización. Es militarización consciente, intencionada, buscada, continuada, expandida. Y los comentócratas obradoristas la defienden. Son, entonces, militaristas y hay militarismo. Un militarismo selectivo e hipócrita. Selectivo porque no defienden toda militarización, sólo la obradorista. Hipócrita porque pretenden hacer creer que la militarización no es militarización; quieren parecer perfectos civilistas (lo que también hacían los priistas del siglo XX). Son militaristas obradoristas y son peores que los militaristas calderonistas; la militarización de AMLO es mayor, y es un hecho que ninguna “innovación lingüística” de Violeta Vázquez Rojas puede destruir.

El militarismo contradictorio e hipócrita es prácticamente unánime en la comentocracia obradorista. Del pequeño gran ignorante Mejía Madrid al ex historiador de excelencia Lorenzo Meyer, pasando por la mencionada Vázquez y el doctor Pedro Salmerón. Un tuit representativo tras la aprobación diputadil de la formalización total de la Guardia Nacional como cuerpo militar:

Pongámosle todos los peros:

Los militares NO están totalmente subordinados al poder político. Están (casi) totalmente aliados al poder político. Más específicamente: las élites que dominan internamente al ejército son aliadas de las élites políticas obradoristas. Son, esos militares, parte del poder político –y cada vez más son parte del poder económico…

Los militares SÍ tienen puestos de decisión importante en el actual gobierno. Un caso, quizá el más claro: el General Luis Rodríguez Bucio es subsecretario de Seguridad Pública federal. Y es él quien mueve la secretaría. Bucio fue el primer Comandante de la Guardia Nacional. Es militar, General, no retirado, con puestos de decisión formal y real en el gobierno de AMLO. Otro: el General Jens Pedro Lohmann, quien pasó a retiro hasta marzo de 2021, por lo que siendo militar no retirado fue tanto director de Administración y Finanzas del ISSSTE obradorista como director del fracaso llamado Birmex. Hay más; por obvias razones que no son obvias para el doctor, hay más casos de militares con funciones dentro de las áreas que formalmente son o deberían ser civiles dentro del gobierno federal.

No hay duda: lo que estamos viendo y sufriendo es militarización. Si lo de Felipe Calderón era militarización, como dijeron Salmerón y compañía, es militarización lo de AMLO. Si no es militarización lo que ha hecho y sigue haciendo AMLO, no fue militarización lo que hizo Calderón en la “guerra contra las drogas”, y “Don Pedro” se habría pasado años mintiendo y debería retractarse (y hasta defender abiertamente al ex presidente). Es imposible que un caso sea militarización y el otro no. Los dos lo son, y el caso obradorista es mayor y peor.

Lo único que puede hacer Salmerón para ser congruente es defender a López Obrador pero también a Calderón, o criticar a Calderón pero también a López Obrador. Otra cosa no es posible con validez lógica y ética.

La verdad empírica-fáctica-histórica es que estamos bajo el doble proceso político de transición autoritaria y extensión de la militarización. Lo que está aprobándose en el Congreso de mayorías calificadas espurias es la ampliación y profundización de la militarización obradorista. La Guardia Nacional siempre fue militar y se está terminando de formalizar su naturaleza militar. Así que la última conclusión es obvia: Pedro Salmerón es un pésimo estudioso de lo militar actual. De hecho, no es un estudioso de nada de la actualidad: es un mentiroso y un muy entorpecido servidor del mayor poder político actual.

II

Dice la nueva “presidenta” de Morena, partido oficial: “no hay cabida para el nepotismo, el amiguismo, el influyentismo”. De carcajada: lo dice Luisa María Alcalde, beneficiaria e integrante de redes político-familiares (la red López Obrador y la red Luján-Alcalde), y lo dice junto a un hijo sin méritos del presidente López Obrador que “unánimemente” –no libremente- fue instalado como secretario de Organización del partido. El partido de su papá. Por tanto: el hijo del poder. Simple y complejo hijo del poder.

Esos hechos demuestran que en Morena no sólo tienen cabida sino son principales tres cosas más: el cinismo, la hipocresía y el maximato. Lo que no tiene cabida es la democracia. Ninguna. La dupla Alcalde-“Andy” no es la renovación del partido con la juventud, es el facilitamiento extremo del control de AMLO sobre el partido. Y este partido controlado por él es un factor de su maximato: el partido controlado formal e informalmente por AMLO, o informal y directamente desde el discurso aún fanatizante y los intereses aún vinculantes, e indirecta pero formalmente desde los órganos burocráticos partidistas, es uno de los factores de presión e influencia sobre la próxima presidenta Sheinbaum que ésta no puede romper. Ella es y seguirá siendo en realidad militante de Morena y el obradorismo.

El doble proceso de transición autoritaria y extensión de la militarización, que son simultáneas y se retroalimentan, aceptan como eslabón intermedio al maximato. Construcción de la hegemonía de Morena, recentralización ejecutiva del poder, militarización de muchas áreas del Estado, cogobierno civil-militar, todo eso, pero con un periodo de maximato clavado en medio. Esta incrustación en la cadena autoritaria ralentizaría por un tiempo la recentralización ejecutiva que inició AMLO como presidente; cuando se acabe el maximato, o la diarquía, y si se consolida la hegemonía morenista, se reiniciará el fortalecimiento de la presidencia como poder Ejecutivo. Y sin embargo, “Andy” no tiene verdaderamente garantizado el 2030 que sueña… Mientras tanto, la doctora Sheinbaum, que no es Lázaro Cárdenas, va a lo secundario y a la defensa. A lo secundario para AMLO y a la defensa del jefe máximo.

Terrible: es terrible la situación política que vive México. Su futuro más probable es peor.

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