sábado 06 julio 2024

Origen del arcoíris

por Berenice Aguilar Vázquez

A lo largo de junio se celebra el mes del Orgullo LGBT, pero pocos conocen el origen de esta fecha tan singular. En junio de 1969 en Nueva York, ocurrió un evento que marcó un punto de inflexión en la lucha por la igualdad y la aceptación de la diversidad sexual.

El 28 de junio de 1969, la policía llevó a cabo una redada en el Stonewall Inn, un bar frecuentado principalmente por la comunidad LGBTQ. En ese momento, las redadas policiales en establecimientos gay eran comunes, pero esta vez la respuesta de la comunidad fue diferente. Las personas que se encontraban en el bar, junto con quienes se habían congregado afuera, se resistieron y comenzaron a protestar contra el trato discriminatorio y la violencia policial. El levantamiento se prolongó durante varios días y se caracterizó por enfrentamientos violentos entre la policía y la comunidad LGBTQ. Las personas se unieron en solidaridad para defender sus derechos y exigir el fin de la opresión. Este evento fue impulsado por individuos valientes, incluidas mujeres trans, personas de color y activistas, quienes se convirtieron en líderes en la lucha por la igualdad.

El acontecimiento inspiró a muchas personas a organizarse, luchar por la igualdad de sus derechos y por el fin de la discriminación. A partir de entonces se formaron organizaciones de derechos LGBTQ, se llevaron a cabo manifestaciones y se promovieron cambios legislativos en todo el mundo.

Sin embargo, antes de que se reconocieran los derechos de las personas homosexuales existieron numerosas formas de condena, acusación y represión en prácticamente todo el mundo. En cualquier país y hasta mediados del SXX, las personas homosexuales podían ser arrestadas, acusadas y condenadas por su orientación sexual. Las leyes incluían largas penas de prisión, trabajos forzados o incluso la pena de muerte. En la mayoría de países en LatAm, México incluido, hasta hace algunos meses estaban permitidas las terapias de conversión que buscaban cambiar su orientación sexual. 

Afortunadamente, la situación de los derechos de las personas homosexuales ha evolucionado a lo largo del tiempo. En las últimas décadas, se ha producido un cambio significativo en muchos países con la despenalización de la homosexualidad, la lucha contra la discriminación y el reconocimiento de los derechos de las personas LGBT. 

México no es la excepción y desde 2018, el matrimonio igualitario se reconoce legislativamente en 18 estados, ya se entregan pasaportes no binarios y los organismos de salud como el IMSS apoya a la comunidad LGBT. 

En lo personal, estoy de acuerdo en fomentar un ambiente en el que las personas puedan expresar libremente su autenticidad. Esto contribuye a la construcción de una sociedad más tolerante y respetuosa de las diferencias. Sin embargo, esto no significa que quienes no están de acuerdo con la agenda LGBT, deban ocultar su sentir o estén impedidas de mostrar su desacuerdo.

En el Congreso de la Unión tenemos el caso de la diputada trans de Morena, María Clemente García quien gusta de agredir, golpear e insultar a cualquier legislador o persona de oposición para al final terminar victimizándose y acusando discriminación. La promoción de los derechos LGBT no implica necesariamente imponer opiniones a otras personas, sino más bien abogar por la igualdad y el respeto. Es cierto que existen diferentes opiniones y perspectivas sobre estos temas, y es fundamental fomentar el diálogo respetuoso y la tolerancia para construir sociedades más inclusivas donde se respeten los derechos de todas las personas.

¿Quién iba a imaginar que aquella noche de junio de 1969 se convertiría en un hito crucial en la historia del movimiento por los derechos de las personas homosexuales y transgénero?

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