A principios de esta semana, ocho connotados priístas desfilaron por el emblemático auditorio “Plutarco Elías Calles”, del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en un evento denominado “Diálogos por México”, en lo que a todas luces se trató de una “pasarela” mediática de quienes aspiran a ser candidatos del tricolor a la presidencia de la República para las elecciones del 2024.
Hubo de todo: `Sketchs´ al mero estilo de `stand up´ por parte del gobernador de Durango, Esteban Villegas; momentos inolvidables de “yoyismo” de Alejandro Murat, que dedicó sus 45 minutos de exposición para exaltar su trabajo como gobernador de Oaxaca, creyéndose cada uno ser el “centro del universo”; una conferencia magistral de economía y política por parte de José Ángel Gurría y muchas, muchas porras.
Lo verdaderamente destacable de esta reunión –que por primera vez en muchos años agrupó a la crema y nata del priísmo nacional integrada por expresidentes, ex gobernadores, legisladores, alcaldes y alguna que otra representación de las bases, aquella que ha sido ignorada, olvidada, vilipendiada, por el actual presidente Alejandro Moreno-, fue que quienes se pararon a hablar para dirigirse con seriedad a militantes y simpatizantes, coincidieron en que sin una alianza que convoque a todos los partidos de oposición será imposible ganarle la elección a Morena en los próximos comicios presidenciales.
Indirectamente, también mandaron un mensaje claro al presidente nacional del PRI: se defenderá cueste lo cueste la autonomía del Instituto Nacional Electoral, aún y cuando Moreno Cárdenas decida apoyar la propuesta de la 4T en materia electoral.
Fue el caso de Claudia Ruiz Massieu, la senadora que llegó con la fuerza moral suficiente (después de votar en contra de la Guardia Nacional a pesar de las indicaciones de la dirigencia del partido de ir con el partido oficialista) para dejar en claro que sí quiere ser la abanderada priísta en las próximas elecciones federales: “Les digo que estoy lista, la vida, mi familia y mi partido me dicen que estoy lista para servir a México”.
La exsecretaria de Turismo en el gobierno federal pasado dijo que tiene deseos de encabezar un proyecto de “un México plural… Soy Claudia Ruiz Massieu Salinas, no tengo miedo, sí me atrevo y estoy lista”.
No obstante, planteó la urgente necesidad de regresar la confianza ciudadana en el tricolor, a través de recuperar “el rumbo”, la unidad y formar alianzas con otros partidos. “Porque solo echando mano de nuestra mejor versión, vamos a poder convocar a la sociedad, hoy desilusionada, a defender y a construir un mejor futuro”.
Otro aspirante serio fue Enrique de la Madrid Cordero, quien urgió a la dirigencia nacional del tricolor a formalizar alianzas argumentando que solo juntos, el bloque opositor al presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena pueden ganar la elección del 2024.
El secretario de Turismo en la anterior administración y quien hoy ocupa un espacio importante dentro de la academia como Director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey, destacó la urgencia de consolidarnos como un país de clases medias, con una nueva visión de empresa con sentido social; consolidar una alianza que nos permita formar un gobierno de coalición en el que cabemos todos cabemos.
“Cómo podemos salvar a México: un México de clases medias, un país donde no hay pobreza extrema, donde no haya hambre, y a través de todas las políticas públicas y de un México generoso con mejores empleos, cada vez más calificados, no importa que te dediques si eres campesino, si eres conductor de Uber, si eres maestro, si eres médico”, dijo ante un auditorio lleno.
Otra intervención digna de ser tomada en cuenta fue la de Beatriz Paredes Rangel, la senadora que señaló: “Con humildad aspiro a ser presidenta, con un frente amplio, con un gobierno de coalición porque en 2024, vamos por la grandeza de México”.
En su oportunidad, el diputado Ildefonso Guajardo destacó que el gran reto no es demostrar lo mal que están las cosas, el gran reto es lo que el PRI va a ofrecer: “el Estado debe representar el interés de todos, brindar justicia accesible, empoderar a los jóvenes y replantear la relación con la sociedad civil”, sostuvo.
Luego, dijo que la única manera de vencer electoralmente al presidente López Obrador y su partido Morena es demostrar claramente la oferta político electoral del bloque opositor y las diferencias con la política del gobierno federal actual.
Además de reconocer abiertamente que buscará ser el candidato del PRI a la presidencia de la República, el ex negociador del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá durante el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, dijo que ahora su “principal preocupación” es que se desarrollen desde el Poder Legislativo las políticas públicas que ayuden al desarrollo de México.
Por su parte, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, hizo ver que el país requiere un partido unido, fuerte y con bases electorales. Instó a buscar la alianza opositora y entre todos los priístas, construir un proyecto claro de gobierno sin olvidar que se debe a la militancia, a la base y a su trabajo diario.
El mandatario coahuilense destacó que está comprobado que no es a través del paternalismo y populismo como se combate a la marginación y a la pobreza, sino generando empleos, infraestructura, desarrollo económico y seguridad, lo que a la par se traduce en la tranquilidad de las familias. Desde su perspectiva, eventos como estos representan la oportunidad para el estudio y análisis sobre el presente y futuro próximo del instituto político, pero a la vez para presentar administraciones públicas de éxito y a personas capaces, miembros del partido aptos para gobernar este país, para tomar decisiones y enfrentar los retos que desde muy diversos ámbitos impone la nueva realidad de México.
El doctor José Ángel Gurría, quien hace poco tiempo dejó la titularidad de la OCDE y quien cuenta con décadas de experiencia en el servicio público nacional e internacional, asistió a la sede del tricolor para dar una cátedra de política y de economía, sobre todo a quienes representan hoy por hoy al priísmo anquilosado, al priísmo acomodaticio, al priísmo convenenciero, al priísmo amenazado.
Como propuestas, planteó defender un Estado de derecho en México y reforzar los organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). En ese sentido, lamentó que han enfrentado descalificaciones y recortes, por lo que debería garantizarse su independencia económica; “hay que preservarlos”, resaltó, también pidió trabajar para no ser “un gobierno chiquito”.
Así, al concluir la “pasarela”, en lo que casi todos los ponentes estuvieron de acuerdo es que la gran alianza nacional de oposición debe seguir adelante, con o a pesar de alito; el desfigurado presidente nacional del PRI que, sin duda, se ha destacado por vender su respaldo al mejor postor: el proyecto de la 4T de López Obrador.