Un plagio plenamente acreditado, acusaciones falsas y la difusión de información no verificada, son entre otros algunas de las equivocaciones de la escritora Sabina Berman, quien sólo una vez ha ofrecido disculpas, aunque con sus reservas. En los demás casos, simplemente deja pasar los hechos e intenta justificarlos de una u otra forma. A continuación el recuento:
El mundo es amplio y todos cabemos
Tal y como lo registró etcétera el pasado 12 de mayo, el académico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM (IISUE), Héctor Vera, acreditó plenamente el plagio en que incurrió Sabina Berman en su columna de ese día en el periódico El Universal en donde, para abordar el tema de los mensajes de odio en las redes sociales, alude al caso de la publirrelacionista estadounidense Justine Sacco, quien en diciembre de 2013 causó revuelo a nivel internacional con un tuit racista, xenófobo y discriminador que le costó su trabajo. Esta historia había sido contada en aquel año en una nota firmada por Ali Vingiano para el portal digital BuzzFeed.
Por medio de un análisis comparativo entre los textos de Berman y el de BuzzFeed, y con la evidencia de las capturas de pantalla de uno y otro, Vera demuestra que Berman copió casi de manera íntegra la mayoría de los párrafos del reporte de BuzzFeed, sin dar el crédito correspondiente a la fuente.
La escritora reaccionó hasta dos días después a lo expuesto por Héctor Vera y en una serie de mensajes publicados en su cuenta de Twitter, intentó negar los hechos al señalar que, en efecto el 70% de su columna del 12 de mayo estuvo basada en los tuits que BuzzFeed retomó para reconstruir la historia de Justine Sacco y, según ella, al citar puntualmente a esos tuiteros, no hay plagio. Asimismo agregó que otro 15% de su texto, consistió en hacer mención de los datos duros que en 2013 retomaron fuentes como BBC o The New York Times.
“El resto del texto, el 15%, son mis comentarios, tampoco muy originales: ¿Cómo podrían serlo si se refieren a una historia de sí muy conocida?: tiene más de diez mil entradas en Google. La reconté porque me pareció oportuna en estos tiempos de odiadores”, justificó en un uno de sus mensajes.
Tras los comentarios de los usuarios que le reprochaban haber plagiado el trabajo de otro medio, Berman minimizó la situación y remató: “Sonrían, el mundo es amplio y todos cabemos”.
El investigador Héctor Vera, por medio de una carta, le respondió de nueva cuenta a Berman y le dejó en claro que sí incurrió en plagio al reproducir casi textualmente el compendio hecho por BuzzFeed y le precisó que no es a los “tuiteros” a quienes debía dar el crédito, sino en este caso a Ali Vingiano, quien realizó el trabajo de selección y sistematización de los tuits para reconstruir la historia de Justine Sacco. Consideró que tanto Berman como El Universal tenían el deber ético de ofrecer una disculpa a Vingiano. Pero esto no sucedió. Más aún, el domingo 19 de mayo publicó una especie de continuación de esta historia, sin aludir en ningún momento a las fuentes originales cuyo trabajo retomó sin acreditarlo.
El plagio inexistente y el linchamiento
El plagio en que, efectivamente, incurrió Sabina Berman se produjo exactamente 22 días después del que ella le atribuyó a Enrique Krauze, en un texto que el historiador publicó en el periódico Reforma el 21 de abril. La diferencia es que no lo acreditó, y vale decir, lo difamó.
En su artículo titulado “Pascuas ecuménicas”, Krauze relata una anécdota familiar sobre la celebración de las pascuas judías en México y en uno de sus párrafos describe: “Vestido muy formal de trajecito y corbata, su cabeza cubierta con la yarmulka, el niño se incorporó de su asiento muy seguro y comenzó a narrar: “Y viendo el sufrimiento de su pueblo, Dios le dijo a Moisés: lleva a tu pueblo muy lejos de aquí, hasta un lugar en donde encontrarán un lago, y en ese lago habrá un águila sentada sobre un nopal devorando una serpiente. Esa será su Tierra Prometida”.
Berman citó este extracto del texto de Enrique Krauze y lo acusó abiertamente de “copiar” uno de sus textos titulado “La Tierra Prometida”, publicado en la revista Nexos el 1 de junio de 2011. “Hoy @EnriqueKrauze publica un hermoso relato familiar. Desgraciadamente es copia de uno que yo publiqué en 2011 en @nexosmexico Para los curiosos que quieran comprobarlo, copio fragmentos de ambos relatos”, escribió.
El fragmento que Berman dijo que le copiaron de su relato en Nexos, y el cual está basado en una anécdota de su sobrina Karla, dice textualmente: “Pasamos frente al Palacio de Bellas Artes, pero Karla ya está en Egipto, es decir: Mitzraim, en hebreo. —Pues el pueblo elegido somos esos que éramos esclavos en Mitzraim. Y entonces este don Benito nos sacó y caminamos por el desierto y llegamos a un lago y en medio del lago había un nopal y encima un águila comiéndose a una serpiente y don Benito va y nos dice: Pues ya llegamos a la tierra prometida, pueblo elegido”.
Como puede advertirse hay una coincidencia de situaciones como la referencia del águila sobre un nopal como la señal de la Tierra Prometida, pero nunca hay una copia literal de frases o de la descripción que cada uno hizo de su historia familiar. Luego de que León Krauze, hijo del historiador, le aclarara que ya había antecedentes de esa anécdota en otros textos se su padre que datan de 2010, Berman replicó que el relato de su sobrina Karla ya había sido contado a José Gordon cinco años antes.
Pero con su imputación directa hacia Enrique Krauze, propició que el escritor fuera duramente atacado en las redes sociales donde se le tildó como plagiador, aun cuando no se acreditó tal práctica. Los ataques provinieron fundamentalmente de cuentas asociadas a la llamada #RedAMLOVE, que operan sistemáticamente cada que algún medio o periodista critica al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Luego de que se demostrara el plagio que cometió Berman y que no acepta, algunos usuarios de Twitter la criticaron por acusar sin pruebas al historiador, mientras que a ella, sí se le comprobó que copió textualmente el trabajo de otras personas. Berman matizó sus acusaciones contra Krauze, y en sus respuestas a quienes la cuestionaron ya no habló de un plagio, sino de una “inspiración”.
“El texto que considero que el Ingeniero Enrique Krauze tomó como inspiración del suyo tiene una sola fuente: mi sobrina Karla Berman, cuando tenía 4 años, y se publicó previamente a su escrito en solo dos ocasiones, narrado por mí o por José Gordon y adjudicado siempre a Karla”, escribió en uno de sus mensajes el 14 de mayo.
El plagio que Berman acusó aún sigue sin probarse, pero el estigma contra el historiador en el tribunal de las redes sociales ya quedó ahí.
Usted disculpe…Reversa ante una falsa acusación
En medio de la ola por el movimiento #MeToo, Sabina Berman lanzó una serie de acusaciones sobre abuso sexual a algunas las cuales le puso nombre y apellido; sin embargo, en uno de los casos se vio forzada a retractarse.
En entrevista con Carmen Aristegui el 23 de febrero de 2018, aseguró que durante la filmación de la película “Gloria”, sobre la vida de Gloria Trevi, basada en el libro que ella misma escribió sobre la intérprete, el director de casting Alejandro Reza, obligaba a desnudarse a las niñas de entre 12 y 14 años que audicionaron para participar en el filme. La escritora describió con lujo de detalles lo que había ocurrido, según la información que le dieron.
“Me dice que el jefe de casting recibe a protagonistas en un salón y les pide que se desnuden, que se acuesten en el piso y abran las piernas… Y me preguntó: ¿eso es normal en México? Se les decía: “si quieres el papel, desvístete”, a pesar de que no había escenas de desnudo en la película. “No había ninguna justificación; varias niñas lo hicieron”, contó la escritora.
Las reacciones ante los graves señalamientos de Berman no se hicieron esperar; las redes sociales se desbordaron con testimonios de actores y actrices que salieron en defensa de Alejandro Reza; varios de ellos firmaron una carta pública que el director de “Gloria”, Christian Keller, envió al noticiero de Aristegui para deslindar a Reza de cualquier situación de abuso sexual en el rodaje de la cinta.
“Su integridad, profesionalismo y congruencia como ser humano es intachable. Nos consta que tanto él como su empresa Reza Casting, trabajan siempre con absoluto respeto hacia las actrices, actores y las producciones con las que trabajan. Estamos por lo tanto convencidos de que hay un grave error en las declaraciones de la señora Sabina Berman y esperamos que se aclaren las ideas confusas que sobre su participación en la película Gloria se han arrojado a los medios y que el nombre de Alejandro Reza se vea limpio de cualquier incongruencia”, se leía en la misiva firmada por Arcelia Ramírez, Vanessa Bauche, Claudia Ramírez, Ximena Pruneda, Ilse Salas y Cassandra Ciangherotti, entre otras personalidades del medio artístico.
Tras la polémica desatada por sus acusaciones, Berman tuvo que corregir aunque no lo hizo por el mismo medio, es decir en el noticiero de Carmen Aristegui, sino a través de mensajes de Twitter. Ahí dijo haber señalado erróneamente al director de casting de la “Gloria” como responsable de abuso sexual contra algunas de las jóvenes que buscaban un papel en la cinta; justificó que poco después de la entrevista, “´pudo comprobar” que el culpable fue un miembro del equipo de arte, aunque no precisó de quién se trataba. Ofreció disculpas públicas a Alejandro Reza y lamentó que daño que le pudo haber causado a su reputación.
Pero las acusaciones de Berman no quedaron solamente al caso relacionado con la película Gloria. En la misma entrevista con Aristegui dijo haber sido testigo del acoso que sufrió la actriz de teatro María Morett, por parte de un tutor del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y según dijo, esta situación se hizo del conocimiento de María Cristina García Cepeda cuando estuvo al frente de ese organismo.
Al respecto, el FONCA envió un comunicado de prensa en donde aclara que María Morett fue becaria de esta institución entre 1995 y 1996, y en ese tiempo la encomienda de García Cepeda al frente de la misma ya había concluido por lo que era imposible que las cosas se hayan dado como Berman refirió. Asimismo, manifestó su disposición a aclarar cualquier acusación sobra acoso sexual que se presente dentro de los cauces legales correspondientes.
De igual manera, Sabina Berman refirió que ella misma fue víctima de acoso sexual por parte de José María Fernández Unsáin, quien fuera presidente de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Según relató, esto sucedió cuando ella contaba con 19 años de edad e iniciaba su carrera como escritora.
“Estaba inclinada firmando mis facturas y de repente siento que entra una mano en mi pantalón y me toca mis genitales, era el director de la SOGEM, José María Fernández Unsáin… Se fue normalizando en mí y pensé ‘así es’, en alguna ocasión, él abrió su pantalón y sacó su miembro”, dijo.
En este caso fue la actriz Jacqueline Andere, viuda de Fernández Unsáin, quien salió en su defensa. En declaraciones a reporteros de espectáculos, señaló en tono irónico que era ella quien tenía que “espantarle las moscas” a su esposo, que según dijo, era el acosado.
“Yo pensé que la señora Berman era una persona inteligente, además es absurdo, ¿por qué meterse con una persona que murió hace 20 años, que no puede dar una réplica?”, manifestó la actriz.
No hubo más respuesta de Berman, ni al boletín del FONCA ni a las declaraciones de Jacqueline Andere.
El “engaño” del video truqueado
El 3 de enero de 2018, en el contexto de las precampañas con rumbo a la elección presidencial, el usuario de Twitter Héctor Torres (@hectortorresa) difundió un video del candidato del PRI, José Antonio Meade, en el cual presuntamente había manifestado que “la calle es para el delincuente y la cárcel es para el ciudadano”. El mismo usuario colocó en su mensaje adjunto una advertencia de que el material podía ser falso.
Sin embargo el asunto cobró relevancia cuatro días después, el 7 de enero, cuando el entonces candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a las supuestas declaraciones de su contrincante y arremetió contra las televisoras por ocultar sus errores para “cuidar su imagen”.
“¿Saben qué dijo Meade? Que los delincuentes a la calle y los ciudadanos a la cárcel, pero los medios no dicen nada, Meade hizo una muy buena propuesta, se las repito, no estoy inventando nada. Porque yo doy a conocer un plan para que haya paz, para conseguir la paz y me critican, estoy ahí bombardeado y a Meade no le dan espacio para que dé a conocer su idea extraordinaria, profunda, de que todos los ciudadanos vayan a la cárcel y los delincuentes vayan a la calle, entonces está muy interesante esa idea, eso seguramente lo aprendió en un seminario del ITAM”, fustigó.
Entonces el video fue ampliamente difundido, compartido por usuarios de Twitter como Sabina Berman, quien dio RT a un tuit de Jenaro Villamil, quien asumió que el material era genuino. El coordinador de la campaña de Meade, Aurelio Nuño, le aclaró que el video estaba truqueado y le envió el video real. “Estimada @sabinaberman el video de @JoseAMeadeK que compartiste (seguramente por error) está editado y tiene información falsa. Te comparto el video original”, escribió.
La escritora no sólo no rectificó ante la aclaración de Nuño, sino que se justificó con el argumento de que fue “engañada” con la difusión de este video, según ella, Twitter dejó de ser fiable desde que fue invadido por “propagandistas a sueldo”. Asimismo, se enfrascó en discusiones con otros usuarios que la cuestionaron por no verificar la autenticidad de la información que comparte en dicha red social. Adujo que Twitter depende en gran medida de la “buena fe”, que es normal darle RT a lo que a cada quien le parece interesante y que no es lógico ni viable verificar cada dato que se circula en las redes sociales.