Hay distintos tipos de contingencia. La declarada el 23 de abril en México, por ejemplo, a propósito del virus de la influenza humana significó una alerta para el país de la que, hasta ahora, ha salido bien librado. Esto debido a la eficacia con la que actuaron las instancias del gobierno y los medios de comunicación. No sin algunos tropiezos, como los que aquí reseña en su muy completo informe Laura Islas Reyes, puede decirse que ésta ha sido una experiencia de la que es posible extraer varias lecciones, entre otras, la necesidad de políticas públicas de prevención y el imperativo periodístico de dar vista más rigurosa, mediante un esquema de profesionalización, al sistema de salud que, sin duda, se develó con una fragilidad enorme.
Otro contingencia alude a lo que podríamos esperar del despliegue de las campañas electorales rumbo al 5 de julio. Se trata de un periodo en el que, muy probablemente, la descalificación del adversario continuará como el recurso asiduo y predominante para convencer del voto, incluso, en desdoro de la propia ley que regula esas formas de persuasión y que, paradójicamente, fue moldeada por los propios partidos políticos. Por cierto, sin duda ese andamiaje normativo necesita ser modificado: con el cuidado de mantener el espíritu de la ley -donde destaca que los medios electrónicos no capten recursos mediante la propaganda electoral- debería suprimirse la censura respecto de los mensajes que los partidos determinen emitir.
No hacen falta dotes adivinatorias para advertir que desde los medios se amplificará el denuesto, la acusación política plana y llana o revestida de revelación periodística -sin descartar un logro informativo independiente en ese sentido-. Todo indica que ello repercutirá en altos índices de abstencionismo aun y cuando lo que se pone en juego es la integración de la Cámara de Diputados y, entonces, el destino de las reformas que ahí se procesan, precisamente, para evitar contingencias de índole diversa. Mientras, Internet será, por primera vez en nuestra historia, una enorme caja de resonancia para la propaganda. Como un atisbo para el análisis ofrecemos la investigación de Octavio Islas sobre los portales proselitistas montados para las elecciones en el Estado de México, donde destaca la improvisación y el desconocimiento de las potencialidades tecnológicas que tiene ese medio
A propósito del creciente relieve de la Web, si contingencia es un término que alude a la posibilidad de que algo suceda, no deje de revisar la proyección de Jeff Jarvis sobre los periódicos en el 2020 y el texto de Tim O’ Relly que analiza cómo está cambiando la naturaleza de las noticias debido a Internet, en particular, por el empleo de los llamados blogs. Por cierto, le invitamos a estar pendiente de la modificación total que tendrá el portal de etcétera en las próximas semanas y del que su directora nos hablará en su momento. Estamos seguros de que le ofreceremos un mejor servicio y, por eso, de que seguiremos siendo entre las páginas electrónicas de las revistas mensuales, la más visitada del país.
Hay de contingencias a contingencias, sí. Por lo que también esperamos que, en medio de un contexto tan complicado como el que vivimos en el país, el texto de María Cristina Rosas le abra un impasse y festeje los 20 años que cumplen Los Simpson y sus aventuras, entre otras, las picardías del pequeño Bart. Junto con todo eso se hallan las entrevistas que publicamos con personajes tan diferentes entre sí: la muy querida por el director de esta revista, ministra Margarita Luna Ramos, la periodista Denise Dresser y el candidato del PAN a diputado federal por el Distrito XV del DF, César Nava.
O sea que, ay caramba, usted tiene en sus manos una lectura muy completa durante este mes para que declare sus propias contingencias, entre otras, la posibilidad de que disfrute de un remanso en la lectura.