El presidente Andrés Manuel López Obrador se equivoca al sostener que su homólogo estadounidense Donald Trump, fue objeto de censura, con la suspensión de sus cuentas de redes sociales por decisión de las empresas que administran estas herramientas de comunicación, señaló Marco Levario Turcott, director del portal Etcétera.
Explicó que el mandatario mexicano tiene un concepto errado de lo que es la censura, pues ésta tiene que ver con un ejercicio de poder para tratar de acallar o conculcar el legítimo derecho de alguien a expresar sus ideas; en el caso de Trump, se trató de una medida empresarial para hacer respetar sus reglas y códigos de ética, que deben aplicarse a cualquiera que las vulnere, sin importar de quien se trate.
En entrevista con José Cárdenas para Radio Fórmula, agregó que el presidente también está en un error al pretender que la libertad de expresión sea absoluta y así lo reconocen otros jefes de Estado, como la canciller alemana Angela Merkel, quien a propósito de lo sucedido en el Capitolio y la posterior suspensión de las cuentas de redes de Donald Trump, emitió un mensaje donde subraya de forma puntual que la libertad de expresión tiene límites cuando se trata de incitar a la violencia o de difundir mensajes de odio, condición que tiene que aplicarse con un énfasis particular a quien ostenta una posición de poder.
Levario Turcott precisó que también es un deber ético de las empresas de comunicación poner límites a la libertad de expresión en casos como el ya expuesto, de tal modo que Twitter, Facebook e Instagram hicieron lo correcto al suspender las cuentas de Trump cuando éste había emitido mensajes incendiarios que, a todas luces, incitaban a la violencia y a violar el estado de derecho.
Recordó que ya en noviembre pasado, la mayor parte de las cadenas de televisión entendieron su responsabilidad ética al interrumpir el discurso de Trump al conocerse los primeros resultados electorales donde Biden llevaba la ventaja; en aquella ocasión, el presidente estadounidense no sólo alegaba fraude, sino que mintió y atacó deliberadamente a las instituciones de su país para tratar de sostener su teoría conspiracionista. Los medios, entonces, hicieron uso de libertad editorial para no transmitir contenidos que desde aquel entonces, alentaban al odio.
Por último, consideró que lo sucedido en el Capitolio y la supuesta censura contra Trump, son el colofón de un ejercicio de gobierno de un personaje que se valió de las instituciones de su país para luego dinamitarlas; pero que aún con ello, tienen normas y aún funcionan para poner un freno a los intentos tiránicos. Sin embargo, tienen el desafío de fortalecerse para poder enfrentar de mejor manera a este tipo de situaciones.
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