La industria envió una carta al Senado mostrando su preocupación sobre la posible creación de un Padrón de Usuarios de Telefonía Móvil. Este “padrón” ya se intentó con el RENAUT, que resultó un verdadero fiasco, y al final sólo sirvió para que los datos de todo mundo estuvieran al servicio de la delincuencia. El “registro” se vendía hasta en la Plaza Santa Domingo.
La industria, desde Canieti, Anatel, GSMA, Asociación de Internet mx y Asiet, recuerda que el padrón va a traer dificultades, a usuarios y operadores. Y lo peor: no servirá para combatir las extorsiones, fraudes o secuestros.
¿Se imagina dar, otra vez, sus datos de domicilio, su línea telefónica, SIM; vaya, hasta sus datos biométricos?
Con la inseguridad reinante, sus datos estarán de aquí para allá. Ya nos sucedió con el Renaut.
La industria les informa a los senadores que si el registro sólo se realiza en el pospago, ahí únicamente está el 15% del total de usuarios de telefonía móvil, que, de por sí, ya están bancarizados: ya se les conoce.
La industria recuerda que el regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, también tiene dudas sobre el padrón, pues termina siendo presa de suplantadores de personalidad, y sacan una línea a nombre de otras personas. La delincuencia saltará el padrón con facilidad.
El padrón llevaría a cancelar líneas cuando los usuarios no llenen los datos solicitados. Y, hoy en día, quedarse sin celular es no tener acceso a educación, salud y operaciones financieras.
Está el costo. En la carta de la industria al Senado viene que la infraestructura y operación del padrón costaría 109 millones de pesos el primer año, y 88 millones de pesos por cada uno de los siguientes años. Va a encarecer los celulares.
El padrón no va a servir. Los criminales suplantarán personalidades, y seguirán delinquiendo. Y los usuarios sólo podrán ver cómo sus datos privados están de mano en mano.
HERRERA, SISTEMA DE CUIDADOS, DESIGUALDAD E IMPUESTOS
Arturo Herrera pudo tener una charla con Thomas Piketty, el famoso autor de El Capital en el siglo XXI, pero ahora sobre su nuevo libro, Capital e ideología (traducido al español por la editorial Grano de Sal). Y ahí Herrera pudo recordar los retos de la economía mexicana, que crece poco y muy desigual. El 59% de la riqueza está concentrada en el 10% de la población. Herrera puso el dedo en la llaga: carecemos de un Sistema Nacional de Cuidados (que, por cierto, ya lo aprobó el Congreso), la desigualdad con la mujer, y la necesidad de nuevos impuestos como los de plataformas digitales. La conversación fue organizada por la Agencia Francesa de Desarrollo y a Herrera le gustó al grado que la compartió en su cuenta de Twitter. Hizo bien. Los retos son muchos y los ingresos para resolverlos pocos… reforma fiscal inminente.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 26 de marzo de 2021. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.