Quién sabe cuáles habrían sido los pensamientos de María Elena Velasco Fraggosi al registrar su éxito en la televisión y el cine en los años 70 del siglo XX. Con el fulgurante apelativo de “La India María”, la cantautora y bailarina fue uno de los personajes más famosos aunque su ilusión habría sido figurar en las marquesinas de teatros y centros nocturnos del país.
María Elena nació en Puebla, Zaragoza, el 17 de diciembre de 1940. No tuvo grandes dotes artísticas ni cualidades físicas pero sí denuedo, como las mujeres de sus raíces, campesinas que cosechan contra viento y marea. Inició su carrera como bailarina en el teatro Blanquita del Distrito Federla y en esos ritmos anduvo también como actriz de reparto en el cine donde, por primera vez, interpretó a una indígena en la cinta “El bastardo” (1968) gracias al consejo del director español Miguel Morayta. Desde entonces puede decirse que México perdió una vedette mediocre a cambio de una de las peores cómicas de su historia.
A los poco más de veinte años de edad, María se despojó del bikini y de cualquier viso de sensualidad incluído su segundo apellido para volverse María Nicolasa Cruz. Oriunda de un lugar inverosímil llamado “San José de los Burros”, es una valiente indígena mazahua que arriba a la urbe del smog, la prisa y la discriminación. Es la India Maria, su humor es anodino y bobo pero sus rasgos de ingenio para enfrentar a quienes la sobajan le hizo gracia al público del cine y de “Siempre en domingo”, el más renombrado programa de televisión de la época donde se presentó desde 1970. Ese humor básico expuesto en castellano antiguo fue parte del cotilleo de la época así como las rutinas que desplegaron ella y el conductor del programa, Raúl Velasco, al modo de una grosera parodia entre conquistadores y conquistados. En el culmen de la simplicidad, “La India María” intentaba seducir al güerito con las artes de la gesticulación coqueta y los movimientos de cadera. La reiteración de esas gracejadas fue exitosa. Desde entonces, el personaje fue un icono comercial: hizo más de veinte películas, entre las más taquilleras se encuentran “Tonta tonta pero no tanto” (1972), “Pobre pero honrada” (1973), “El miedo no anda en burro” (1976) y “El que no corre vuela” (1982).
La simplona comicidad de María Nicolasa Cruz fue decisiva igual que su pobreza y que sufriera discriminación porque tales condiciones fraguan simpatizantes y todavía más, gracias a la ingenuidad y el ingenio con que enfrenta la adversidad. Por ello también fue una especie de heroína que, entre la venta de fruta o el quehacer doméstico, luchó contra el rascismo, el machismo y la corrupción siendo honrada, leal y trabajadora. Sin duda, la Indía María es un símbolo de la televisión y su capacidad para convertir en fritura cualquier alimento noble.
María Elena Velasco Fragossi murió el 1 de mayo de 2015, a los 74 años, víctima del cáncer. Disfrutó las mieles de la fama que le llegaron por inverosímiles vericuetos pero nunca pudo ser la bailarina, cantante y actriz que quiso ser. Otras sí pudieron, aunque carecieran de talento el físico les ayudó. En contraste, el público situó el cuerpo y los rasgos de María en el estante de una india chistosa.