El título de esta entrega es sin duda llamativo y de escándalo, pero en modo alguno amarillista, sensacionalista ni mucho menos exagerado. Es la pura verdad.
Una vez más, el presidente López Obrador confesó, frente a la nación, haber cometido un delito: haber violado el secreto fiscal y bancario para acceder a información privada de la senadora Xóchitl Gálvez. Ustedes lo vieron.
Ah, pero cuando se trata de informar sobre los dos megaderrames petroleros en instalaciones de Pemex, ahí sí se vuelve opaco y deseoso de ocultar la verdad. Incluso dijo que se trataba de un invento.
Mentiroso como es, aseguró que un grupo de periodistas se hallaban embarcados en una conspiración fascista para afectar a su gobierno, detrás de la cual se encuentra nada menos que Carlos Salinas de Gortari.
Y de las chingaderas más destacadas de la semana se encuentran las millonarias cifras reveladas por etcétera sobre el gasto de Claudia Sheinbaum en publicidad, tanto la que está registrada en contratos como la que fluye en la sombra.
Finalmente, hablaremos del exhorto descarado de AMLO a que la gente deje de oír noticias, porque solo hablan mal de su gobierno. Cómo se atreve.
1.- AMLO confiesa su delito
El 14 de julio, AMLO hizo públicos los supuestos montos de contratos celebrados entre las empresas de la senadora Xóchitl Gálvez y empresas privadas, exhibiendo datos confidenciales de dichas empresas.
En respuesta, la senadora presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República por difundir información protegida por el secreto fiscal y el secreto bancario.
Esta semana, luego de saber de la denuncia, AMLO confesó que sí, que dio a conocer esa información.Es decir, confesó su delito.
El presidente no explicó cómo es que obtuvo los documentos que dice tener, y dijo que estaba dispuesto a “ampliar la información” de un “posible delito” con datos en su poder, pero que no presentaría ninguna denuncia.
Es decir, que admitió que lo hizo únicamente para difamar a la senadora.
Mediante sus abogados, Gálvez acudió a la FGR y denunció que AMLO “en coparticipación con un grupo o grupos de servidores públicos, utilizó ilícitamente información comercial, bancaria y fiscal de las empresas High Tech Services S.A. de C.V. y Operación y mantenimiento a edificios inteligentes S.A. de C.V., así como de otras personas morales, con el propósito de difundirla tanto en sus redes sociales como en su conferencia matutina…
“Se estima que las conductas pueden ser constitutivas de uno o más delitos contemplados en el Código Penal Federal, el Código Fiscal de la Federación y la Ley de Instituciones de Crédito, por lo que solicito a esa representación social que realice las investigaciones pertinentes”.
El presidente se hizo el sorprendido y el indignado. Bueno, hasta se puso en papel de héroe.
“Me está demandando, que porque di a conocer lo de los contratos que obtuvo su empresa cuando estaba de jefa de la delegación Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México. Bueno, ¿por qué di a conocer estos contratos? Porque me los hicieron llegar y ni modo que si uno sabe que hay un posible delito tiene uno que quedarse callado”.
Así, con ese “me los hicieron llegar”, AMLO admitió que tuvo acceso a información que no pudo provenir de otra ruta que no sea la violación del secreto fiscal y del secreto bancario. Algo que por fuerza tuvo que realizarse desde el interior del SAT, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Comisión Nacional Bancaria.
Así, el viernes Xóchitl Gálvez apuntó que el presidente había confesado el delito del que ella lo acusa, por lo que anunció que sus abogados presentarían denuncias complementarias, aunque admitió que lo más probable es que la FGR no hiciera nada para sancionar al presidente.
2.- AMLO y Pemex ocultan dos megaderrames
La semana pasada supimos que el 4 de julio tuvo lugar un megaderrame de crudo en el área conocida como Sonda de Campeche, en el Golfo de México.
Supimos que AMLO y Pemex negaron la gravedad de lo ocurrido. El presidente dijo que no es cierto que la mancha haya superado los 400 kilómetros de extensión y Pemex aseguró que fue un derrame aceitoso, de apenas 0.06 kilómetros de extensión y un milímetro de grosor.
Esto es falso, como aseguraron especialistas de la UNAM. Pero la situación es peor, ya que el jueves, el diario El País reveló que según imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europeo, hubo otro derrame un mes antes, el 5 de junio. Dichas imágenes les fueron entregadas en exclusiva al diario español.
Este derrame provocó una mancha de 211 kilómetros de extensión, y tampoco fue dada a conocer por Pemex. Ocurrió en la zona de Balam Tango Bravo, en los campos petroleros de Cantarell, frente a las costas de Campeche.
3.- AMLO inventa campaña fascista en su contra
Como tirano que se respete, el presidente López Obrador dijo esta semana que hay en su contra una campaña perversa, fascista, sucia e inhumana, por parte de periodistas vinculados a Carlos Salinas de Gortari.
Así es. El presidente sacó de la vitrina de las momias al olvidado archivillano Carlos Salinas para mezclarlo con los nombres de Joaquín López Dóriga, Beatriz Pagés y Héctor Aguilar Camín, a los que acusó de armar una campaña para echarle la culpa de lo que pueda pasarle a Xóchitl Gálvez a quien no ha dejado de agredir en la mañanera.
Ya saben que el presidente es el victimario experto en convertirse en víctima.
Hay una “campaña que acaban de echar a andar, muy irresponsable, perversa, de malas entrañas y riesgosísima… Están difundiendo que, si le pasa algo a un periodista, a un aspirante a la presidencia, va a ser culpa mía”.
Yo siempre enfrento a mis adversarios “en buena lid”, se quejó.
Todo empezó con un artículo de Raymundo Riva Palacio en el que opina que las agresiones constantes en contra de Gálvez están creando un clima riesgoso para ella y consideró que en el peor de los casos podría darse un magnicidio.
Y mientras AMLO se hacía la víctima, las cuentas de siempre, las cuentas obradoristas acusaron al PAN de estar planeando un atentado contra Xóchitl Gálvez con el único objetivo de desestabilizar al gobierno de López Obrador.
Ya sabemos que el presidente es la víctima de lo que les sucede a otras personas.
A todo esto, la senadora Gálvez aseguró que ella no se siente en riesgo, aunque sí se está cuidando más.
4.- Claudia Sheinbaum gastó millones con Martha Debayle y en publicidad opaca en Facebook
Esta semana, la revista etcétera dio a conocer dos notas sobre el derroche de Claudia Sheinbaum en materia de publicidad.
Una de ellas documenta la existencia de 94 páginas de Facebook creadas para hacer circular anuncios. Todas esas páginas promovieron la imagen de Claudia Sheinbaum y atacaron a Marcelo Ebrard, su más cercano contendiente.
Entre las 94 páginas, se han gastado más de 13 millones de pesos en anuncios. Las 94 páginas se crearon entre marzo y abril de este año y algunas de ellas han gastado más de medio millón de pesos en anuncios en Facebook. Muchas de ellas se desactivaron ya.
Además, documentamos que el gobierno de Sheinbaum le dio a la empresa de Martha Debayle un contrato “abierto” por un millón de pesos en marzo de 2022. El contrato estuvo vigente hasta diciembre de 2022 y, casualmente, en noviembre de 2022, Sheinbaum estuvo de “invitada” en el programa de Debayle.
Ahí, tocó la guitarra y anunció que se iba a casar con su novio de la universidad. No Carlos Imaz, otro novio de la universidad.
Su gobierno le dio a Debayle otros ocho contratos entre 2020 y 2022, por un gran total de 6 millones 393 mil 636 pesos.
5.- AMLO pide a la gente no oír noticias, mejor musiquita
En un descarado intento por coartar el derecho a la información, AMLO pidió esta semana a los habitantes de la CDMX que se “protejan” contra las “mentiras” que los medios dicen de su gobierno y que no oigan noticieros.
Vean los periódicos y todos en contra, la radio todos en contra, todos los conductores de la radio, la televisión lo mismo (…) imagínense si se vive en la CDMX donde por necesidad hay que estar en el automóvil dos, tres cuatro horas y se está escuchando la radio, es un bombardeo tremendo de desinformación, y aturden”.
Dijo que en el automóvil los ciudadanos van “indefensos” ante las mentiras que dicen los medios. Por ello, pidió que mejor le cambien a estaciones de música clásica.
“No estaría mal de que de vez en cuando en el carro, en el automóvil hay muy buenas estaciones de música clásica para relajarse, porque lo otro es terrorífico”, dijo.
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