Este texto fue publicado originalmente el 16 de enero de 2017, lo abrimos de manera temporal, dada su relevancia periodística.
El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, gastó 8 mil 727 millones de pesos, poco más de cuatro millones al día, para difundir las acciones de su administración y promover su imagen.
De acuerdo con información difundida por Reforma el 3 de diciembre, en los primeros tres años de gestión se erogaron 5 mil 97 millones de pesos, que representan el 58% del total. En 2014, el gasto fue de 2 mil 795 millones de pesos, mientras que entre 2015 y abril de 2016, se destinaron 631 millones de pesos. Asimismo, los reportes indican que el gobierno duartista también acumuló adeudos por 902 millones de pesos a diferentes medios con los que suscribió convenios de publicidad.
Ahora que Javier Duarte es prófugo de la justicia, prácticamente toda la prensa habla de lo desastroso de su gestión. Pero no siempre fue así; hubo medios para los que Duarte era un político prometedor y otros más, que a través de gacetillas destacaron sus acciones de gobierno. Hoy esos medios apuestan a la desmemoria.
¿Las cosas bien hechas?
El 24 de noviembre de 2013, la imagen de un sonriente Javier Duarte aparecía al centro de la portada de la revista Cambio, acompañada de un titular de grandes letras que decía “Haciendo bien las cosas”. La edición exalta los logros de un gobierno que llegaba a su primera mitad “ordenado, eficaz y transparente”. En su editorial destaca que Duarte pertenece a una generación que “viene impulsando una nueva forma de hacer política” y que ha logrado romper las inercias y desmarcarse de las viejas prácticas de la demagogia y el populismo.
Y remata: “Con orden y eficacia, Javier Duarte de Ochoa ha marcado la diferencia en el gobierno estatal, siendo un referente de una buena administración. El ejemplo que representa el veracruzano de paso genera una visión optimista de la nueva generación de líderes políticos que traspasan las fronteras de su estado y a nivel nacional están demostrando que con trabajo se puede lograr el cambio”.
Dos años después, el 22 de noviembre de 2015 cuando ya en otros medios, uno de ellos etcétera, se había dado un seguimiento puntual de los asesinatos y agresiones contra periodistas en Veracruz y de otros escándalos como las irregularidades en la organización de los Juegos Centroamericanos, para Cambio esto nunca existió y su cobertura complaciente se mantuvo. En esa fecha dedicó otra portada a Duarte, esta vez acompañado de Gabino Cué y Egidio Torre, entonces gobernadores de Oaxaca y Tamaulipas, respectivamente.
En el editorial se menciona que iniciaba la cuenta regresiva para tres mandatarios estatales que entraban a la recta final de sus administraciones. Sobre Duarte apuntó: “En Veracruz se cristalizaron los objetivos de Javier Duarte, colocando a la entidad en las mejores posiciones de desarrollo económico y social. Para el mandatario veracruzano lo primordial es garantizar el orden, la paz y el progreso para la población”.
De diciembre de 2010 a octubre de 2016, Cambio dedicó 243 ítems a Javier Duarte; de éstos, sólo uno lo critica “El Estado mexicano debe ir no solo por Duarte, sino por todos los casos de corrupción”.
La decisión tardía y poco creíble de Cambio es comprensible a la luz de los datos que Reforma divulgó sobre los gastos de difusión del exmandatario. La publicación semanal es editada por el Grupo MacMaccise / Reporte Índigo, el cual resultó uno de los más beneficiados por su administración con 207 millones de pesos.
El diario oficial
El Sol de México, periódico principal de Organización Editorial Mexicana, fue entre la llamada prensa nacional el que más veces entrevistó a Javier Duarte con cuatro, todas ellas realizadas en el marco de su asistencia a los informes de otros gobernadores del PRI considerados como parte de una nueva generación.
El formato de estas conversaciones es idéntico y convencional, preguntas tersas para un mero ejercicio propagandístico. En la entrevista del 19 de marzo de 2013, Duarte de Ochoa presumía: “No tengo la menor duda de que cada día las y los veracruzanos coinciden con sus autoridades en el sentido que sus aportaciones tienen como prioridad impulsar la educación y desarrollo social (…) Por nuestra parte seremos más exigentes con la productividad de los servidores públicos quienes deberán acostumbrarse a la austeridad”.
Pero tal austeridad fue letra muerta a la hora de desembolsar 205 millones de pesos con los que el gobierno de Veracruz correspondió a los buenos oficios de OEM, que a través de El Sol de México dedicó mil 539 ítems favorables hacia Javier Duarte; de éstos, mil 44 se registraron en los primeros tres años de gestión. Los partes informativos se refieren exclusivamente a las acciones del mandatario, como si fuese el órgano oficial de difusión del gobierno estatal, no hay ninguna nota que aborde, por ejemplo, algún suceso de inseguridad de los ocurridos en la entidad. Solamente 150 notas registradas entre agosto y noviembre de 2016, hacen mención de las acusaciones que la PGR le ha fincado a Duarte.
Las gacetillas y la paradoja de La Jornada
Los gobernantes tienen diversas maneras de promocionarse en la prensa no solamente a través de los desplegados o inserciones, sino por medio de las denominadas gacetillas, notas informativas que en realidad no son tales, sino actos de propaganda encubierta cuya finalidad.
En el caso de la administración de Duarte llama la atención que uno de los medios impresos que registró más notas de estas características fue La Jornada. Con 559, ese diario se ubicó en tercer lugar en gacetillas de ese gobierno únicamente por debajo de El Sol de México y La Crónica de Hoy, con mil 35 y 902, respectivamente.
Veamos un ejemplo: el 19 de marzo de 2014 en la página 15, aparece una foto de Javier Duarte junto al presidente Enrique Peña Nieto, acompañada de una nota, sin firma, con el título: “La reforma energética garantiza crecimiento: Duarte de Ochoa”; el primer párrafo señala: “Veracruz es un aliado de la reforma energética que ubicará a México como un actor global relevante, competitivo y exitoso, afirmó el gobernador Javier Duarte de Ochoa en el 76 aniversario de la expropiación petrolera que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto, y donde destacó que el estado está preparado para transformarse al ritmo que el país requiere”.
El contenido de estas notas es oficialista, es decir, se atiene sólo a las palabras de su protagonista. No hay elementos de narración o descripción que sugieran un trabajo de reporteo o cobertura de un corresponsal.
En los datos que reveló Reforma, no se menciona a La Jornada entre los medios más favorecidos por el duartismo.Esta ausencia de cifras obedece fundamentalmente a la falta de transparencia que caracterizó a la administración de Duarte. Por tres años consecutivos, etcétera demandó conocer dicha información a través de varias solicitudes gestionadas ante el portal de Transparencia, pero la respuesta fue siempre la misma: se trata de información “reservada”.
Milenio y El Universal también difundieron varias piezas de propaganda disfrazada durante el sexenio de Duarte: Milenio registró 297 y El Universal, 154.
Los preferidos de la radio y la televisión
Según la información difundida por Reforma, la mayor parte del gasto en medios, se realizó durante el primer trienio de la administración de Javier Duarte, cuando Gina Domínguez fungía como coordinadora de Comunicación Social. Los registros de ese periodo indican que los mayores montos se destinaron a los medios electrónicos, 2 mil 736 millones de pesos a la televisión y mil 304 millones a radio.
En un monitoreo realizado por etcétera se encontró que, efectivamente, la mayor presencia mediática de Javier Duarte y su entonces portavoz, se registró durante los primeros tres años de su gestión. Los espacios predilectos por Duarte fueron los noticieros de Óscar Mario Beteta y Eduardo Ruiz Healy en Radio Fórmula, el de Jorge Fernández Menéndez en Imagen Informativa y el que tuvo a su cargo Raúl Sánchez Carrillo en Núcleo Radio Mil. Por lo que respecta a la televisión, Televisión Azteca fue la cadena en donde más apareció el mandatario veracruzano, muy por encima de Televisa.
De diciembre de 2010 a diciembre de 2013, Javier Duarte fue entrevistado en siete ocasiones en el noticiero de Óscar Mario Beteta; cinco en el de Eduardo Ruiz Healy y cuatro en los de Joaquín López-Dóriga y Ricardo Rocha, todos ellos en Radio Fórmula. De hecho, es en esta cadena radiofónica donde también se registró la mayor cantidad de “infomerciales”, esto es, promocionales del gobierno estatal, disfrazados de notas informativas.
TV Azteca superó con mucho a cualquier otra cadena de televisión abierta o restringida. Javier Duarte fue entrevistado en diez ocasiones en los diferentes espacios noticiosos de la televisora, mientras que en Televisa fueron sólo cuatro. De estas diez entrevistas, cuatro versaron sobre problemas de la entidad como la seguridad pública o los desastres naturales, mientras que las seis restantes fueron para promover acciones de gobierno como la Cumbre Tajín, las fiestas de Tlacotalpan y otros eventos similares.
La entonces vocera de Javier Duarte, también estuvo muy activa durante los primeros tres años de gobierno: en total concedió 30 entrevistas a medios electrónicos, 13 en televisión y 17 en radio. De hecho, ella fue la encargada de dar las explicaciones sobre los primeros casos de asesinatos de periodistas y hechos de violencia que se presentaron en la entidad, pero también utilizó las emisiones para promover los resultados que, desde su punto de vista, estaba ofreciendo la administración duartista.
La última aparición de Duarte en televisión fue el 12 de octubre de 2016 en el noticiero matutino de Carlos Loret de Mola, durante una entrevista que nada tuvo que ver con los aplausos que las gacetillas dedicaron a Duarte, ahí anunció que pediría licencia para enfrentar las acusaciones que se le han formulado sobre desvíos de recursos.
Exigencia de transparencia
Pocos medios de comunicación como Proceso o etcétera, por medio de colaborador Aurelio Contreras Moreno, mostraron los otros rostros de Veracruz y Javier Duarte: los asesinatos y ataques a periodistas, las desapariciones forzadas, masacres, actos de relumbrón y hechos de corrupción que pasaron desapercibidos para los demás.
A partir del multihomicidio de la colonia Narvarte, a un grupo de medios más amplio “le cayó el veinte” sobre el ambiente hostil que para la prensa privaba en Veracruz. Pero fue hasta que el portal Animal Político reveló el entramado de las empresas fantasma, que la realidad veracruzana ya fue imposible de ocultar, y entonces sí, toda esa prensa que antes fue omisa y complaciente, ya ve a Veracruz y su exgobernador con otros ojos: atrás quedó el político de una nueva generación que ofrecía resultados y ahora sólo existe el personaje corrupto que es buscado por la justicia.
La razón es que también se acabaron, por el momento, aquellos contratos millonarios para la difusión de propaganda cuyos detalles apenas están saliendo a la luz. Ahora que inicia un nuevo gobierno en Veracruz, etcétera mantiene la exigencia de hacer valer lo estipulado en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información y conocer con precisión cuánto y a quiénes pagó Javier Duarte para construir una imagen que su mala gestión echó abajo.