Esta es una buena noticia: Carmen Aristegui anuncia el regreso de su noticiero, en el portal que lleva su nombre, a partir del próximo lunes 16 de enero a las ocho de la mañana.
Esto ocurre un año y nueve meses después de que MVS despidiera a la comunicadora y, por primera vez en su carrera, ella se hará cargo de procurar los recursos para este programa cotidiano, aunque la plataforma web tiene la ventaja de implicar mucho menos gastos de los que son habituales en los medios radiofónicos.
Como sea, Aristegui está de regreso mediante un promocional que remite más a un spot político que informativo y centrándose únicamente en el actual gobierno federal.
Qué bueno que ahora ella acomete la responsabilidad para la manutención de un medio, reitero, con todas las ventajas y complicaciones que ello implica. Lo que me parece que ya está claro desde ahora es que, contrariamente a lo que Aristegui afirmó desde marzo de 2015, la libertad de expresión en México no depende de que ella tenga o no un micrófono, que la difícil situación de los periodistas en diferentes regiones del país no remiten a una sola persona y que en México tenemos un mosaico heterogéneo y diverso de opciones noticiosas y editoriales, en donde su óptica militante es una más, si bien relevante y enriquecedora del intercambio público.
Por último, vale la pena recordar que entre Aristegui y MVS hay varios litigios y que durante este año muy probablemente conoceremos decisiones judiciales por lo que habrá que esperar a que, cuando estas sucedan, por ejemplo si son contrarias a la periodista, no se aduzcan intencionalidades aviesas para detener ese proyecto; las decisiones de los jueces, ya lo sabemos, tienen sus propios tiempos más allá de los cálculos políticos. Sobre esa base, vale la pena reiterar que el regreso de esta opción de política periodística, es una buena noticia, más aún para su audiencia que asocia al periodismo con los sesgos políticos que todos le conocemos (y aunque parezca que muchos de sus seguidores y ella misma, han desenterrado el hacha de guerra para convocar al México consciente de acuerdo con sus cánones, a emprender una primavera nacional).