Durante 2017, un total de 65 periodistas murieron en el mundo a causa de su actividad profesional, de acuerdo con el informe anual de la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF).
En el documento dado a conocer este martes, se coloca a Siria como el país más peligroso para los informadores con 12 casos, seguido por México, con 11.
“En el país con grandes cárteles de la droga, los periodistas que investigan la corrupción de la clase política o del crimen organizado son casi sistemáticamente señalados, amenazados o incluso ejecutados a sangre fría”, indica RSF respecto a México y destaca el caso de Javier Valdez, ultimado el 15 de mayo en Culiacán, Sinaloa.
El informe detalla que del total de periodistas fallecidos, un 60% fueron directamente asesinados, mientras que el otro 40% fueron “víctimas colaterales” del contexto en el que se movían, en particular en bombardeos y atentados.
Se establece que en 2017 se duplicó el número de periodistas mujeres fallecidas, con 10, en su mayor parte implicadas en investigaciones y en este rubro, se resalta el homicidio de Miroslava Breach, ocurrido el 23 de marzo en Chihuahua.
El documento de RSF también destaca que hasta el pasado 1 de diciembre, se contabilizaban 326 informadores encarcelados a causa de su trabajo, un 6% menos que en 2016. De esta cifra, el 50% se concentra en cinco países: China, con 52; Turquía, 43; Siria, 24; Irán, 23 y Vietnam con 19. Asimismo, se reportan 54 periodistas detenidos en manos de grupos armados como el autodenominado Estado Islámico o los hutíes en Yemen.
Si bien la organización subraya que hay una tendencia a la baja, respecto al año pasado en cuanto a periodistas asesinados y encarcelados, la cifra sigue siendo elevada en ambos rubros, si se toma en cuenta que en varios países se han puesto en marcha mecanismos de protección al trabajo periodístico.
(Con información de EFE y AFP)
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