Ante la creciente preocupación europea por la difuminación de noticias falsas a través de las redes sociales y, en particular, a través de Facebook, el Product Manager de la compañía, Tessa Lyons-Laing se encuentra de gira en el viejo continente para informar de las medidas que se están implementando para disminuir al máximo la difusión de bulos, más aún luego de la gran influencia que éstos han tenido en procesos electorales como en Estados Unidos por ejemplo, o el Brexit, y de la proximidad de las comicios que se llevarán a cabo en varios países europeos como los procesos electorales municipales y autonómicos de España.
Lyons-Laing comenta que estos esfuerzos ya se han aplicado en Brasil y Estados Unidos y agrega ante directivos de medios españoles (entre otros ABC, de donde extraemos parte de la información): “Hay mucha tensión entre privacidad, libertad de expresión y la protección del usuario ante las noticias falsas. Es muy complicado encontrar el equilibrio”, aunque destacó que Facebook puede reducir la difusión de paparruchas en un 80%, no ha podido disminuirlas del todo. El asunto es más difícil porque las expectativas de los contendientes políticos se encuentran en el empleo de esos recursos de manipulación y desinformación.
La primera de las tres principales medidas que Facebook echó a andar es la eliminación de 754 millones de cuentas falsas; la segunda es la penalización de los usuarios, sea a nivel individual o sea a algún sitió web al detectarse contenido malicioso (promoción de violencia o datos falsos), esta penalización consiste en evitar que circule ese material. La tercera medida es fundamental pues se dirige al usuario, al que se le provee información del contenido que podría estar compartiendo.
En América tuvieron amplia difusión las recomendaciones de Facebook para que los usuarios pudieran detectar noticias falsas y tienen que ver con la revisión de los títulos de las notas, la URL o la revisión de la fuente en la que se soporta la información además de la comprobar la fecha e incluso verificar si no se trata de una broma.