Muhammad Ali, uno de los íconos deportivos y políticos del siglo XX, murió este viernes en Estados Unidos a la edad de 74 años de edad, luego de ingresar esta semana al hospital de Phoenix. El boxeador vivió 32 años con la enfermedad de Parkinson, tenía temblores permanentes por el desorden en su sistema nervioso.
Un miembro de la familia explicó que Ali murió a las 1:59 horas, debido a un choque séptico provocado por causas naturales no especificadas. En Louseville, Kentuchy, el 10 de junio será el funeral de la leyenda del boxeo.
El pugilista nació con el nombre de Cassius Clay en 1942, pero por la influencia de las enseñanzas del Islam, adoptó el nombre de Muhammad Ali. “No quiero ser lo que ustedes quieren que sea”, decía.
Durante la Guerra de Vietnam, Ali fue condenado a cinco años de prisión por negarse a prestar servicio militar. Y aunque nunca pisó la cárcel perdió el derecho a boxear.
No obstante en 1971 pudo regresar al cuadrilátero por la decisión de la Suprema Corte para aceptar la “objeción de conciencia”. Así en la sentencia conocida como “Clay contra los Estados Unidos” (Clay v. United States) se permitió que el boxeador se negara a acatar órdenes o leyes o servicios invocando motivos éticos o religiosos.
En cuanto a su enfermedad, a pesar de vivir con Parkinson, nunca se retiró de la vida pública. Inició una cruzada contra este padecimiento y en 1996 llevó la antorcha de los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Es considerado como él mismo decía “el mejor de todos los tiempos”. Su persona llamó la atención de toda la cultura popular, como Elvis Presley, John Lennon y hasta el propio presidente de los Estados Unidos, Barck Obama, quien publicó en su cuenta de Twitter una foto en donde aparece en su oficina y una foto de Muhammad Ali.
iesz