En 2014, cuando fue detenido Joaquín Guzmán Loera, los obradoristas criticaron severamente ese hecho porque no resolvía el problema del narcotráfico sino que era una medida propagandística, y sobre todo, un obsequio en el que tuvo que ver Barak Obama, presidente de Estados Unidos, que acababa de entrevistarse con Enrique Peña Nieto. Ahora, con la captura de Ovidio Guzmán López, nada de aquello les parece aplicable aunque las similitudes son obvias.
El 22 de febrero de 2014, tres días después de que Peña Nieto recibiera a Obama en Toluca, se dio la noticia de la detención de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en Mazatlán, Sinaloa, mucho después de que se había fugado en 2001 del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco. El delincuente era buscado por la justicia de Estados Unidos. El propio presidente Peña hizo el anuncio a través de Twitter poco después del mediodía.
Horas después, Andrés Manuel López Obrador lanzó una banderilla sobre la acción contra el narcotraficante: en realidad no resolvía el problema de fondo, pero sí le servía al presidente Peña Nieto y “a la mafia del poder para hacerse publicidad”. Cuando menos desde entonces mostró gran respecto por el Chapo, quien llamó por su nombre sin mencionar su apodo.
Ahora hasta alguno de sus más fervientes seguidores (como el historiador Lorenzo Meyer) han señalado que la aprehensión de Ovidio no resuelve de fondo el problema, y muchos otros han señalado lo obvio: es una medida propagandística con miras a los procesos electorales de este año y de 2024.
La detención de Joaquín Guzmán Loera no resuelve el problema de fondo, pero le sirve a EPN y a la mafia del poder para hacerse publicidad
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) February 23, 2014
Para volver a 2014, al día siguiente de la detención el dirigente nacional de Morena, Martí Batres, dijo que la detención del Chapo tuvo más que ver con la estrategia de comunicación de gobierno que con la de seguridad nacional. Así, según él fue un “show” de un gobierno al que le urgía la legitimidad porque habían comprado la Presidencia de la República.
Para Batres, hubo un gran despliegue de propaganda con la intención de ocultar las reformas del Pacto por México. Eso lo dijo en un mitin en Naucalpan, Estado de México, en donde instaló un “muro de la ignominia”, con las fotografías de los legisladores que habían aprobado la reforma energética, con las acusaciones de “traidores a la patria”. Desde entonces tenían esas prácticas.
Ahora Batres no ha hecho mayor declaración sobre el asunto, sobre todo con el gran despliegue propagandístico que implicó y que ha servido, entre otros temas, para intentar negar las acciones electorales de la delincuencia a favor de Morena en Sinaloa.
Por su parte, el productor de narcoseries Epigmenio Ibarra escribió el día de la detención que el Chapo había dejado “de ser funcional a los gringos y al régimen. Los narcos dicen: ‘Cayó el Chapo viva el nuevo capo’”.
Un par de días después Ibarra se puso geopolítico y resaltó el aspecto obsequioso del asunto: “Captura o entrega negociada del #ChapoGuzmán fue gracias a norteamericanos. Que ni se engañe ni nos engañe @EPN. Fue regalo de Obama”.
El propio 22 de febrero Citlalli Hernández ya había enunciado esas mismas coordenadas: “Viene Obama y después con ayuda de USA detienen al ‘Chapo’ ¿Qué le habrán ofrecido para que se dejara detener y prestarse al show un rato?”.
Captura o entrega negociada del #ChapoGuzmán fue gracias a norteamericanos. Que ni se engañe ni nos engañe @EPN. Fue regalo de Obama.
— epigmenio ibarra (@epigmenioibarra) February 25, 2014
Para el locutor John Ackerman, el Chapo había sido “el narco consentido” de Vicente Fox y de Felipe Calderón, por lo que se preguntaba quién sería el sucesor en la etapa de Peña Nieto. Y el 24 de febrero afirmó que se trataba de “un regalo de Obama a EPN”.
Ahora Ibarra se cree que López Obrador actuó con “autonomía” y, por supuesto, con cuidado evitó mencionar que el presidente también dijo que hubo cooperación, alcance que aún está por conocerse. Por su parte, Citlalli olvidó el factor estadounidense en 2023 y Ackerman está enfrascado en una guerra contra Mario Delgado al interior de Morena y no ha hablado del asunto.
También aquel 22 de febrero de 2014, Jenaro Villamil destacó: “Detienen al Chapo y Televisa siguen con su ‘Sabadazo’y TV Azteca con peliculas churro” (sic). En 2023, mientras se desarrollaban los hechos en Sinaloa, se llevaba a cabo y se difundía la conferencia de prensa de López Obrador, en la que este afirmó “no sabemos todavía cómo están los acontecimientos en Sinaloa. Hay un operativo que inició en la madrugada y más tarde vamos a informarles sobre eso, eso más tarde se informa para que se tenga la información precisa, no nos adelantemos. Va a informar seguramente la secretaria de Seguridad Pública aquí, aquí, como a las 11, 12 de la mañana del día de hoy”.
Por supuesto, de este último churrazo presidencial mientras se realizaba un operativo muy importante del Estado mexicano no dijo nada Villamil.
Detienen al Chapo y Televisa siguen con su "Sabadazo"y TV Azteca con peliculas churro.
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) February 22, 2014