La vacuna “Patria” no es un desarrollo 100% nacional, tal como afirmó la directora de Conacyt, Elena Álvarez, sino que se desarrolló en los Estados Unidos con la participación de científicos de varios países, afirmaron científicos mexicanos. Lo que hizo México fue comprar la licencia de uso de la tecnología.
En entrevista con Radio Fórmula, la doctora Carol Perelman, de la UNAM, desmintió la información oficial que divulga el Conacyt, que asegura que es un “desarrollo vacunal 100% mexicano”. “El desarrollo de la tecnología se hizo en Nueva York”, dijo la investigadora.
Sus afirmaciones no son gratuitas: se basan en el análisis del artículo científico que detalla el desarrollo de esta vacuna, publicado en noviembre de 2020 por un grupo de 13 investigadores, ninguno de ellos mexicano.
Con ella coincidió en Twitter el doctor Miguel Ángel Rojas, quien explicó en su perfil que a fines de 2020 “el grupo de Peter Palese, Ralph Baric, Florian Krammer, Adolfo García-Sastré y varios otros colegas en la Icahn School of Medicine de Mount Sinai, así como de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill publicaron el artículo”.
Lo que es “mexicana” es la licencia de uso de dicha tecnología, lo cual no tiene nada de reprobable, pero la polémica funcionaria que dirige Conacyt ha enfatizado el carácter “100% mexicano” del desarrollo vacunal. El afán es tal que, como bien se sabe, se bautizó a la vacuna como “Patria”, lo cual causó gran beneplácito en el presidente López Obrador.
Y, aunque en varias conferencias de prensa la titular de Conacyt ha enfatizado sin rubor alguno el carácter nacional de la tecnología, en la propia página del organismo se admite que la tecnología es norteamericana. En el sitio web dice:
“La vacuna que Avimex está desarrollando utiliza tecnología de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York, EUA), a través de una licencia de uso exclusiva para México, a favor de Avimex, con el apoyo de investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí; los cuales son, junto con otros colaboradores, co-inventores de esta tecnología rNDV”.
Pero, en un video, el Conacty afirma, por otro lado, que es “un desarrollo vacunal 100% mexicano contra la Covid19, para proteger la salud de la población. Lo que nos liberará de depender de las vacunas contra la Covid19 producidas en el extranjero y contribuirá con el fortalecimiento de la soberanía científica e independencia tecnológica de México”.
Es decir, en las conferencia de prensa del presidente, se asegura que la vacuna es mexicana, y de manera disimulada, debido a que es información pública, en el sitio web de Conacyt admiten que se trata de una transferencia tecnológica.
La investigadora Alma Maldonado criticó la “ridiculez nacionalista” de mentir sobre el carácter mexicano de la tecnología y de nombrar a la vacuna “Patria”.
Según los investigadores, Avimex, la empresa que recibió la transferencia tecnológica, obtuvo también 150 millones de pesos de apoyo para desarrollo tecnológico.