En continuidad con el discurso que ha sostenido desde que Morena perdió la mayoría de las Alcaldías en la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a atacar el deseo de progreso y de adquisición de bienes materiales, ahora asegurando que el dinero es el papá y la mamá “del diablo”
En días anteriores criticó a la clase media “aspiracionista”, que quiere vivir mejor y quiere llegar a ser “fifí” y este 22 de junio la emprendió contra quienes tienen ambición de tener dinero.
“La ambición al dinero, desmedida, querer salir adelante, como sea, pasando por encima de todo… Ese aspiracionismo produce mucha infelicidad”, dijo, quien posee calzado, atuendos y vivienda de alto precio y cuyos hijos exhiben sin recato su riqueza.
Según él, lo que debe ser es que cada quien tenga lo necesario, lo digno para vivir, pero sentir una ambición “desmedida” por tener dinero es abrirle la puerta a cometer crímenes.
Aunque admitió que “es mayoritario el número de homicidios vinculados a la delincuencia organizada”, dijo que “hay otro tipo de crímenes, los que se vinculan con intereses económicos, con la ambición al dinero”.
Durante el sexenio de AMLO se han registrado 89 mil 041homicidios dolosos, más del doble que con Enrique Peña Nieto y casi el triple que con Felipe Calderón. Ante ello, el presidente mejor enfiló sus ataques en contra de las personas que buscan progresar. Sus mayores ataques han sido contra la clase media.
En la misma conferencia de prensa en que encomió al magnate Carlos Slim, el hombre más rico de México, por reconocer su autoridad como presidente de la República, AMLO la emprendió en contra de quienes quieren poseer grandes cantidades de dinero y al tiempo, separó a esta clase de personas de quienes pertenecen al crimen organizado.
Se recordará que en más de una ocasión AMLO ha dicho que quienes se suman a las filas de los cárteles son personas pobres, que delinquen por necesidad. En ese sentido, ha mostrado simpatía y hasta compasión por Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero ha sido implacable con personajes como Claudio X. González.
Para AMLO, Slim es una excepción, a pesar de los diversos desencuentros entre ambos, y ello es, tal como lo dijo este miércoles, debido a que el empresario “entiende bien” que el presidente no es su “empleado”.
El tema del dinero es central en la forma en que el presidente ve la vida y hoy lo confirmó una vez más al llamarle “papá y mamá del diablo”.
Consecuentemente con ello, luego de las elecciones del 6 de junio aseguró que quienes votaron en contra de su partido son personas de clase media y alta, lejanas del pueblo y llenas de deseos de “salir adelante”. Gente “aspiracionista”, que quiere ser fifí y buscar tener maestrías y doctorados. En contraste, se recordará que tras la jornada electoral, felicitó al crimen organizado por “portarse bien”.
En 2 años y medio de la presidencia de López Obrador hay 89 mil 041homicidios dolosos, más del doble que con @EPN y casi el triple que con @FelipeCalderon.
Además, AMLO jamás se mete con el crimen organizado y hasta lo felicita. En contraste le ha pegado duro a la clase media.
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) June 23, 2021
En los días subsecuentes, ante las críticas, intentó, sin éxito, tender ciertos puentes hacia la clase media, pero no duró mucho su intención, pues volvió a la carga al señalar que ciertos sectores de la clase media son muy egoístas.
Hoy, miércoles 22 de junio, quiso explicar su confusa concepción del asunto al señalar que no todos los crímenes tienen relación con la delincuencia organizada, sino con el amor al dinero.
“Que no sea lo material lo principal siempre digo que la felicidad no es acumular bienes materiales, dinero, fama, títulos, grados académicos, la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo”, agregó.
Lo que para el presidente aparentemente no queda claro es que dentro de la delincuencia organizada se encuentran muchas de las personas con mayores fortunas y que estas agrupaciones mueven miles de millones de dólares. Pero, al no ser personas de “cuello blanco”, para el presidente son menos cuestionables.
Sin embargo, ha habido analistas políticos que han afirmado que lo que está detrás de esta narrativa presidencial es un afán de protección hacia los cárteles de la droga, debido a que ha pactado con ellos y un gran rencor hacia la clase empresarial.
*ofv