El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, expresó su rechazo al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) debido a que se trata de un modelo centralista, absurdo y poco claro, en el que hay un completo desorden. Para Claudia Sheinbaum, el Seguro Popular es pernicioso y no entiende la resistencia al Insabi.
Debido a lo anterior, dijo Alfaro, el gobierno de Jalisco no firmará la carta de desaparición del Seguro Popular ni el convenio de aceptación del Insabi. Añadió que “es un verdadero desorden lo que está pasando en materia de salud a nivel federal. En Jalisco no habrá pretextos, y se fijará la postura en la reunión con el Presidente el próximo martes. Hay muchas dudas sobre lo que están planteando”.
E incluso fue más lapidario: “Hay muy poca claridad y pocas definiciones respecto a la manera de los estados que hemos decidido no caminar en esta ruta que nos parece está condenada al fracaso”.
Alfaro afirmó que en Jalisco seguirá el trabajo en servicios de salud de manera normal para que no falten medicamentos ni doctores.
Aunque dialogará con el presidente López Obrador sobre el asunto, el gobernador dijo desconocer cuál será el compromiso de la Federación y cómo será el modelo de coordinación, porque los estados pueden o no entregar su sistema de salud, pero no se sabe qué implicaciones tendrá no hacerlo.
También acusó que en 2019 su estado no recibió recursos federales por un asunto burocrático que atribuyó a una obstaculización por parte de la Secretaría de Salud.
Diego Sinhue Rodríguez, gobernador de Guanajuato, comentó que el martes próximo gobernadores del PAN se reunirán con el presidente para revisar este tema.
Por su parte, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que no entiende la resistencia de algunos gobernadores a aceptar el Insabi y prefieren el Seguro Popular, del que dijo que asume que la salud es una mercancía, mientras que la concepción del presidente Andrés Manuel López Obrador es que se trata de un derecho que debe proveer el Estado.
Al negarse a entrar en el Insabi, mencionó la funcionaria, “se está negando la posibilidad de que lleguen recursos a los estados, de que se rompa con un esquema que tenía el Seguro Popular muy pernicioso, diría yo, en donde era tanta la normatividad asociada al Seguro Popular que muchas veces no se podía acceder a los recursos federales porque supuestamente no se cumplía con la normatividad, cuando en realidad esta norma era un exceso”.
Sheinbaum dijo que el gobierno capitalino firmó el convenio con el Insabi el año pasado, y que “la idea del presidente de la República es que se vaya nuevamente haciendo cargo el gobierno federal de todos los sistemas de salud. Pero, por lo pronto, en estos años, particularmente en la Ciudad de México, lo va a seguir operando la Secretaría de Salud en convenio con el Insabi, y ya se va a ir generando, pues, las condiciones si es que esto es necesario”.
Aseguró que el gobierno capitalino trabaja muy bien con el Insabi, y que seguirán funcionando tanto el seguro de gratuidad como la entrega de medicamentos.
Por su parte, el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Manuel Huerta Martínez, exhortó a los gobernadores que aún no se suman al Insabi a hacerlo.
El legislador por Morena expresó ayer: “No es momento de juegos. Por el bien de la salud de la población, lo mejor es que se sumen al Insabi y no sigan retardando la transformación. No pueden seguir siendo factor de resistencia al cambio real”.
Pero dejó muy claro que el Insabi brindará servicios de salud y medicamentos gratuitos en el primero y segundo niveles a personas que no cuenten con seguridad social, y no incluyó el tercer nivel.
A su vez, Marko Cortés, presidente del PAN, consideró al Insabi como “otro ejercicio de soberbia e improvisación”, del que el gobierno “no sabe que para su implementación primero se requiere informar y capacitar a todo el personal médico”.
Además, exigió que continúe el Seguro Popular porque “no podemos aceptar que los más pobres paguen los platos rotos de este gobierno inepto”.