En un acto más de abierto proselitismo ilegal, Milenio entrevistó a la ministra Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y quien es virtual candidata para la próxima elección judicial. Pero la promoción de ese medio también la semana pasada placeó a otra ministra obradorista: Loretta Ortiz Ahlf, con lo que se rompe la equidad electoral.
El pasado lunes, en su programa Café Milenio, ese medio presentó una entrevista colectiva con la ministra acusada de plagio (el de su tesis de doctorado, plenamente mostrado), una de las más férreas defensoras del obradorismo en el máximo tribunal del país.
En una conversación que, en lo general, fue por demás cómoda y grata para Esquivel Mossa, la ministra se afanó en exponer la visión que el obradorismo tiene del Poder Judicial: que es corrupto y lleno de nepotismo, que cuenta con la desconfianza del pueblo, que era necesaria la reforma judicial, hizo apología del turbio (por decir lo menos) proceso de elección de juzgadores, descalificó a la mayoría de sus compañeros (especialmente a Norma Piña por quedarse sentada ante Andrés Manuel López Obrador), acusó invasión de funciones de otros poderes, etcétera.
Por supuesto, cuando menos en una parte de la entrevista Esquivel Mossa dijo que es importante que los ciudadanos conozcan a quienes participaran en la elección, y a continuación se permitió destacar su propia trayectoria y dijo que su compromiso es con la “transformación” del Poder Judicial.
Como es sabido, Esquivel Mossa es una de las principales aspirantes que el oficialismo está promoviendo para terminar de enquistarse en el Poder Judicial, y ha tenido una intensa actividad más allá de la Corte, con una cada vez más intensa campaña de posicionamiento de las ministras del obradorismo que incluye presentaciones públicas y en medios de comunicación.
Justamente en esa campaña se inscribe la entrevista de Milenio a Esquivel Mossa. Así, por ejemplo, el domingo 16 de febrero estuvo como invitada en Operación Mamut, de Canal Once, y dos semanas antes en El Chamuco TV, estos dos últimos programas de la televisión “pública” a cargo de notorios propagandistas del gobierno.
También medios privados le han dado espacio a la campaña de Esquivel Mossa en sendos programas, como Milenio y Reporte Índigo, amén de entrevistas en noticiarios. El primero también había presentado a Ortiz Ahlf en su programa Café Milenio apenas el 12 de febrero.
La ministra Esquivel Mossa se definió en Café Milenio como “una mujer de leyes, del Estado de derecho, que responde exclusivamente a la Constitución, a las leyes y a lo que se consigna en el expediente”.
Al respecto no está de más recordar que la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en su artículo 506, establece que “las personas juzgadoras en funciones que sean candidatas a un cargo de elección deberán actuar con imparcialidad, objetividad y profesionalismo en los asuntos que conozcan, por lo que deberán abstenerse de utilizar los recursos materiales, humanos y financieros a su cargo con fines electorales”.
Asimismo, el artículo 509 establece que “queda prohibida la contratación por sí o por interpósita persona de tiempos de radio y televisión para fines de promoción de las personas candidatas, así como de espacios publicitarios y de promoción personal en medios de comunicación impresa o digitales”.
Asimismo, debe recordarse que son consideradas actos anticipados de campaña las expresiones las que realizan los aspirantes a un cargo de elección popular para obtener un beneficio al exponer sus ofertas o descalificando a competidores para afectarles. Cuando menos en el primero cae la ministra Esquivel Mossa.
A mediados de enero las tres ministras del obradorismo (Esquivel Mossa, Ortiz Ahlf y Lenia Batres) fueron denunciadas por actos anticipados de campaña por sus frecuentes apariciones públicas (en el caso de la primera, supuestamente para hablar del proceso de elección de juzgadores) debido a que, al tener ellas pase automático para ser candidatas, ya lo son, y realizan actos, como presentaciones en programas televisivos, antes del inicio formal de las campañas, que es el 28 de marzo.