Tras el tercer sismo ocurrido en México en un 19 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo de nueva cuenta gala de su insensibilidad y falta de empatía, pues ante la muerte de dos personas dijo que “aunque sean dos” solamente es lamentable la pérdida de vidas humanas pero que con todo y esas muertes “no pasó a mayores”.
Agregó que “tenemos protección”, puesto que no hubo consecuencias tan graves como en el sismo de 1985 y el de 2017 en lo relativo a la cantidad de muertes.
Durante su conferencia de este martes, el presidente se congratuló de que en México andamos con “buena suerte”, pues el sismo no “pasó a mayores”. Esto, a pesar de que murieron dos personas.
El presidente dijo que su “reflexión” como gobernante es que “así como se puede decir que mala suerte de que el mismo día a la misma hora, también lo otro, qué buena suerte de que no pasó a mayores”. “Algunos podrán decir ‘estamos con mala suerte’, yo digo estamos con buena suerte, tenemos protección”.
“Ya cada quien que haga sus reflexiones, pero por lo que a mí corresponde como gobernante del país podría decir que el resultado no fue tan dramático, tan grave, afortunadamente”.
Sobre el fallecimiento de dos personas, dijo simplemente que “ayer fue un día difícil, pero la gente supo comportarse con aplomo y tuvimos suerte, porque fue como aquí se dijo un temblor de considerable intensidad y es lamentable la pérdida de vidas humanas, aunque sean dos, pero no pasó a mayores”.
No dedicó palabras de condolencias para las familias, sino que sencillamente intercaló la mención de las muertes entre otros temas. Ambas muertes se registraron en Manzanillo, Colima luego del colapso de una barda que cayó hiriendo fatalmente a una mujer y el desplome del techo de un centro comercial, que mató a un hombre.
Por su parte, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez informó hasta las 7 de la mañana de este 20 de septiembre se han registrado 692 réplicas del sismo con epicentro en Coacolmán, Michoacán.
Hubo dos muertos y 10 heridos y los mayores daños se registraron en Colima y Michoacán. Resultaron dañadas viviendas, edificios comerciales, escuelas y hospitales.
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