Entre 2017 y 2023 aumentó en 85 por ciento la cifra de mexicanos que consideran bueno que haya un líder fuerte que tome decisiones sin interferencias, indica una investigación del Pew Research Center (PRC) realizada en 24 países. Ello ha ocurrido prácticamente durante el desarrollo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este miércoles esa organización presentó un reporte titulado La democracia representativa sigue siendo un ideal popular, pero personas de todo el mundo critican su funcionamiento, basado en encuestas sobre política realizadas en 24 países. En el caso de México es de destacar que es el país que ha registrado un mayor crecimiento en términos porcentuales en respaldo a un líder fuerte que tome las decisiones sin interferencias del Congreso o del Poder Judicial, con un 85 por ciento.
Así, según el informe del PRC, entre 2017 y 2023 en ocho de los 24 países analizados ha aumentado el apoyo al hombre fuerte; entre ellos descuella México, que pasó del 27 al 50 por ciento, un incremento de 23 puntos y de 85 por ciento. Quienes consideran malo un sistema dominado por un líder casi sin controles bajó de 67 por ciento a 48, una disminución de 19 puntos.
En segundo lugar de crecimiento del respaldo al líder fuerte está Kenia, que pasó de 39 a 52 por ciento (13 puntos), y le siguen India y Corea del Sur con un incremento de 12 puntos (de 55 a 67 y de 23 a 35 por ciento respectivamente), y Alemania, Polonia y Argentina, con 10 puntos.
Sin embargo, entre los países mencionados México aparece en tercer lugar de los países que prefieren a un hombre fuerte, lista encabezada por India y Kenia, pero también se sitúa muy por encima de los restantes por al menos 14 puntos porcentuales.
Entre las características que el PRC encontró en los países en los que se apoya la idea de un hombre fuerte están que esta preferencia se da mayormente entre personas con menor educación y con ingresos más bajos, además de que suele ubicarse ideológicamente más hacia la derecha que hacia la izquierda.
Otro apunte clave en este sentido es el que hace el PRC: “En general, el producto interno bruto de un país está vinculado a la proporción del público que apoya el gobierno autocrático. Los países con un PIB per cápita más alto tienden a tener menos personas que piensan que gobernar con un líder fuerte es una buena manera de gobernar”.
En el documento se detallan tres aspectos que favorecen la idea autocrática: en 11 países las personas con ingresos más bajos aceptan más la idea de un líder fuerte cuyo poder no tenga control; en 15 países, aquellos con menos educación son más propensos a considerar que un sistema autocrático es una buena forma de gobernar, y que hay menor probabilidad de que un derechista exprese que el gobierno de un hombre fuerte es una mala forma de gobernar.
En México también hay preferencia por un gobierno en el que expertos tomen las decisiones, sobre funcionarios electos: esa idea creció entre 2017 y 2023 de 53 a 73 por ciento, un aumento de 20 puntos, y los que lo consideran malo bajó de 41 a 25 por ciento. Al respecto, sólo Grecia superó a nuestro país al crecer en 25 puntos.
En ese aspecto de respaldo a expertos que tomen decisiones, sólo dos países superan a México: India, con 82 por ciento, y Hungría, con 80.
Otro aspecto que llama la atención es que en muchos países los ciudadanos consideran que los funcionarios electos no piensan como ellos. En México 78 por ciento considera que no les importan a sus representantes, y sólo 20 por ciento sí. Está en sexto lugar en esa desconfianza, debajo de España (85), Estados Unidos y Argentina (83), Grecia (81) y Nigeria (80).
Acerca de las personas que sienten que al menos un partido político sí les representa, en México el 50 por ciento de quienes se identifican con la derecha dijeron que sí, de izquierda así lo expresó el 42 por ciento, mientras que de centro así lo opinó el 42 por ciento.
Sobre la consideración de la democracia representativa, en México 63 por ciento la consideran buena y 15 muy buena, mientras que sólo el 20 por ciento la consideran mala. Asimismo, en el país ha aumentado la confianza en la democracia representativa al considerarla como una forma muy buena de gobierno, opinión que pasó de nueve a 15 por ciento.
En México también hay una buena consideración por la democracia directa: 61 por ciento la considera buena, 16 muy buena, y 20 por ciento mala o muy mala.